Hace unos 25 años seguí un curso de cuentacuentos para adultos del que aprendí mucho sobre creatividad y hablar en público. Se trataba de leer cuentos y reinventarlos en la escena.
Hace poco más de dos meses tuve la oportunidad de volver al teatro con un fuerte deseo de tener otra experiencia en el campo teatral.
Se me ofrecía la posibilidad de apuntarme en un taller de improvisación teatral donde aprendería a improvisar en grupo para crear un mundo en un momento, crear personajes expresivos para relacionarse con otros personajes y aprender de forma práctica las herramientas de la improvisación disfrutando de la sorpresa, la provocación, la sensibilidad y la comunicación compartidas.
El instructor, Borja Cortés, me gustó, me dio confianza y me animó a atreverme. También los otros participantes del taller que conocí en la primera sesión me gustaron: gente joven con un gran sentido del humor y abiertos a aceptar lo que cada uno podía aportar al grupo.
Con mis 86 años me sentí en seguida parte integrante del grupo y me abrí a participar con su energía creativa. Me encantó la idea de ir aprendiendo a ser actor cómico sin tener que preocuparme de memorizar textos. Esta faceta de espontaneidad me entusiasmó.
En los ejercicios de calentamiento al principio de las clases a veces me sorprendo echándome al suelo, sentándome allí y levantándome con toda naturalidad sin preocuparme de mis posibles limitaciones. ¡Todo un logro para mí! Lo bonito es que en este ambiente, mi cuerpo acepta y se adapta a cada movimiento.
Borja sabe crear un fuerte espíritu de equipo que saca lo mejor del grupo y que nos estimula a superar el miedo a no poder hacer lo que se nos pide. Cuando alguien comete algún fallo, él no deja espacio para la crítica individual pero si a sugerencias a todo el grupo sobre lo que hay que hacer. Nos anima a todos a atrevernos y a sentirnos a gusto.
La improvisación teatral me parece una magnifica herramienta no solamente para pasarlo estupendamente sino para aumentar la confianza y la autoestima en uno mismo. Además de sentirme rejuvenecido física y mentalmente, noto que tengo más confianza para actuar sobre la marcha sin miedo.
Voy a sugerir a Borja que organice talleres de improvisación teatral también para jubilados. Desde mi propia experiencia estoy convencido de que les va a gustar.
Me en cantarían que pudieran informarme de cualquier actividad teatral en la que pudiera encajar…..tengo gran capacidad de asombro y sentido del humor……..muchas gracias.