Mi mujer y yo tenemos un coche Toyota Carina desde hace 22 años. Nos encanta y no queremos dejarlo. Desde hace años tenemos que hacerle pasar la ITV cada año. Siempre tenemos un poco de duda de si va a pasar o no. El sábado pasado volvimos a llevarlo para la inspección anual después de haberle hecho pasar una revisión en el taller.
No teniendo cita previa fuimos a las siete y media de la mañana. Ya había una cola de coches esperando. Cuando llegó nuestro turno, en la ventanilla de recepción la empleada nos dio la bienvenida con una gran sonrisa. Nos sorprendió cuando nos dijo que nos estaban esperando en la nave nº 8. Nos iban a atender enseguida. Se lo agradecimos de veras y, como de costumbre, le regalamos un chocolatín por su cortesía.
En la puerta de la nave dos técnicos, también con expresión muy amable, nos invitaron a pasar adentro. Pensamos que a lo mejor nos hacían pasar enseguida por nuestra obvia condición de jubilados. Pero vimos que era la nave para vehículos históricos. Nos confirmaron que no había que preocuparse y que todo iría bien. Bajamos del coche y fuimos a dar un paseo.
A los 20 minutos nos devolvieron el coche diciéndonos con otra gran sonrisa que habíamos pasado la revisión y podíamos estar tranquilos durante un año más. Les agradecimos su amabilidad y les dimos también a ellos un chocolatín.
Nos sentíamos muy contentos y nos paramos a tomar un café con leche en una cafetería en la carretera para celebrar las buenas noticias. La camarera nos dio una bienvenida muy alegre y nuevamente nos sentimos privilegiados en este bonito sábado de mayo.
