En estas fechas ha comenzado una frenética lucha en los Partidos acerca de la composición de las listas electorales para los comicios municipales y autonómicos del mes de Mayo.Todos quieren ir en ellas.La batalla es terrible.Lucha a muerte.Parece que no sean del mismo Partido.
El primer escollo con que se encuentran es el de ver qué candidatos no están imputados, procesados ó condenados por delitos relacionados con tráfico de influencias, prevaricacion,etc.Con ello ya se produce una gran criba.No obstante,a veces incluso son capaces de incorporarlos.Y es que,ya se sabe,como son listas cerradas…
La siguiente selección viene dada por la aplicación de la esperpéntica Ley de Igualdad.Según ella,a efectos electorales, no puede haber más de un 40% del mismo sexo en una lista.Incluso la Ley va más allá.Dentro de una lista electoral se establece que de cinco en cinco se de cabida al 40% mínimo.Así se evita poner a “todas” (ó todos) los últimos. Esposas, hermanas,hijas,cuñadas y demás familia son así incorporadas.Y ya se sabe,al final,pasa lo que pasa…
Como digo las navajas están encima de la mesa.¡Qué interés por trabajar por los demás!.”Estoy a disposición del Partido”, “si el Partido me lo exige” y demás farisaicas paridas por el estilo están en boca de los interesados combatientes, a modo de justificación de “sus” inconfesables intereses…
Evidentemente no hay que romperse la cabeza para llegar a ver “dónde” radica tanto interés y deseo. En primer lugar,asegurase un buen sueldo.Y a continuación,como causa mayoritaria de corrupción y “trinque” aparecen las recalificaciones urbanísticas.De suelo rústico a suelo urbano y “trinco porque me toca”.Ahí está toda la podredumbre…
Y yo me pregunto: ¿qué pasaría si no hubiera nóminas jugosas,sino simples dietas por asistencias a plenos?. ¿Y que cada candidato para serlo tuviera que justificar unos ingresos laborales y/o profesionales al margen de la política?.¿Y si se liberalizara el suelo,como en Francia?.Nada de rústico ni urbano. Por cierto, que cuando se cambió el sistema en el vecino País, la vivienda se abarató del orden de un 50%…
Pues que seguramente se haría extensiva la frase de “pasa tú, que yo me aparto”, frente a la que se lleva ahora de “quítate tú, que me pongo yo”…
