;
Cabecera La Hora de la familia

Envejeciendo, que es gerundio…


Con motivo de un reciente cumpleaños celebrado en casa, se montó una amena tertulia familiar acerca de la situación ambiental que se va creando a medida que los padres (abuelos) van madurando (envejeciendo) y los efectos que conllevan para los demás miembros de la familia.

En primer lugar, se produce como un “rechazo” de los hijos hacia el hecho de ir viendo envejecer a sus padres. Transformándose la visión que de ellos tienen (desde la infancia) hasta estos momentos que les causa pena y ansiedad. Algo natural y que les hace rebelarse. Pero no tienen más remedio que asumirlo, como en su día sus padres lo hicieron respecto a los suyos.


Es importante que les vean “bien”.En consecuencia, cuando se produzcan visitas en casa, los mayores deben preocuparse de mostrar su mejor ánimo. Una vestimenta cuidada, así como un buen aseo personal (peinado,afeitado,etc) son elementos de gran importancia para transmitir imagen de vitalidad. Nada de tristes batas de andar por casa, ropas rancias y viejas, barba de una semana…Es muy importante transmitir esa imagen de “vivir” dignamente.


Estar al día de los acontecimientos sociales, políticos, culturales, es otra forma de hacerles llegar buen ánimo y de que “se está” en la vida. No hay que caer en la tentación de “pasar”: “a mí qué me importa”, “no va con nosotros”, “a mi edad, qué me van a enseñar”, “estoy de vuelta”, y sentencias por el estilo. De nuevo se nos plantea el reto de participar, opinar y por qué no, admitir nuevas propuestas aunque provengan de jóvenes con mucha menos experiencia de la vida. No importa. De todos se puede aprender algo…


La capacidad física también es fundamental mantenerla en forma y a tono. Sin pasarse, hacer ejercicio físico (pasear, bici, pilates,algo de natación…) nos ayudarán sin duda a mantener el principio vital y básico de “mens sana in corpore sano” estando siempre dispuestos a acompañar y participar en excursiones, viajes y planes que impliquen un cierto esfuerzo físico para no quedarse fuera, en el sillón. Nada de “estoy cansado”, “somos mayores”, ni excusas por el estilo.


Capítulo importante es el de cuidarse con las dietas. La maquinaria empieza a fallar por la edad. Así que debemos engrasarla (cuidarla) debidamente. Para que cuando llegue el momento, entre otras cosas, no tengamos que decir que no a tomar una agradable cervecita ó un apetecible extra alimentario que la familia comparta (celebraciones, fiestas,aniversarios, etc). No quedarse ocupando el triste puesto de “dietista” sin posibilidad de compartir la felicidad culinaria. Las buenas mesas siempre son importantes para crear el deseado ambiente familiar de convivencia.


Los nietos también son exigentes para con los abuelos. Los quieren “modelnos”. Al tanto de lo último.Joviales, en suma. Si denotan cansancio, pereza, abulia y pocas ganas de ponerse en marcha, optarán por irse alejando poco a poco de ellos. Y no se sabe quién puede perder más, si los nietos ó los propios abuelos viéndose privados de su maravillosa compañía…


En resumen, hay que hacer esfuerzos muchas veces por vencerse a sí mismos.Luchar contra los elementos, podríamos decir. Pero sin duda que va a compensar con creces vernos involucrados en el día a día familiar.Seguir siendo sujetos activos y participantes de la innigualable y deseable vida en familia.


Aunque la procesión vaya por dentro…

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>