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Cabecera La Hora de la familia

La Empresa familiar


Se considera una Empresa como “familiar”, cuando  sus derechos económicos y políticos están en manos de una misma saga de familia. Las inevitables complicaciones que en toda relación familiar suelen surgir, hacen que se mire y trate con especial cuidado éste tipo de Empresas.Y una de las cuestiones que se fijan en los oportunos acuerdos y protocolos es la sucesión en vida al frente del negocio.

La llamada “CASA REAL” de España bien puede considerarse una de estas Empresas Familiares. La más importante. Últimamente (por desgracia) ha sido motivo de numerosísimas noticias (malas todas) en las portadas de todos los medios informativos.

De entre las diversas y variopintas de ellas, me quedo con el manoseado tema de una posible abdicación del Rey, fundamentalmente derivada de su cada vez más debilitado estado de salud, sobre todo por lo que se refiere a su fortaleza ósea…

El gran problema radica en que hoy por hoy, el Rey NO PUEDE ABDICAR. Así de claro y sencillo. Si no se arregla el tema, está llamado literalmente  a “morir con las botas puestas”. Me explico.

El artículo 57,5 de la vigente Constitución Española establece que “la abdicaciones a la Corona… se resolverán por una Ley Orgánica”.

Pues bien, 34 años después de ser aprobada la Constitución, ésta es la fecha en que tal Ley no ha sido promulgada. Al parecer, sus Señorías han debido estar ocupadísimas en otras cuestiones, con sus pensiones y prebendas a la cabeza…

Cinco operaciones en menos de dos años creo que deben ser consideradas como causas alarmantes de deterioro físico en la persona que las sufre. Bien lo sabemos quienes comenzamos a tener síntomas (por la edad) de variados y diversos “debilitamientos orgánicos”…

Pero ya es sabido que en España somos muy dados (las llamadas “fuentes oficiales”) a mantener la “normalidad” en el estado físico del Jefe del Estado. Me vienen  a la memoria los últimos tiempos de Franco despachando “normalmente” en batín en su habitación de La Paz…

Se me asemejan aquellas imágenes a las actuales del Rey actuando con “normalidad” a las pocas horas de ser intervenido quirúrgicamente. Aunque el mal semblante delate lo frágil de su estado sanitario, como por otra parte es de pura lógica…

Porque qué cosa más normal y humana el que alguien que ha sido sometido a una intervención quirúrgica  goce de al menos unas semanas de tranquilizador y reponedor post operatorio. Pues, al parecer, ello no es normal para quien ocupe la Jefatura del Estado…

Nada me produce más rechazo que un Príncipe sesentón , tipo Carlos de Inglaterra. Lo veo anti natura incluso. Me parece que los 44 de nuestro Felipe son bagaje más que suficiente para acceder con conocimiento y experiencia suficientes  a la Jefatura de la más importante de nuestras empresas familiares.

¿O no?.

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