Cada vez que en España se presenta una nueva Ley de enseñanza promovida por la derecha, se arma la marimorena. No podía ser menos en esta ocasión, con la propuesta del Ministro Wert. Y resulta curioso analizar los motivos de oposición de los distintos partidos.
Artur Mas deja una de sus frases históricas: “A esta gente habrá que combatirla hasta el final, con todas sus consecuencias”… No puedo por menos que recordar la letra de Els Segadors, el himno catalán: “Bon colp de falç!, aquesta gent tan ufana i tan superba” (“Buen golpe de hoz!, esta gente tan ufana y tan soberbia”).
Y todo porque el Ministro ha “obligado” en la nueva Ley a que se enseñe en castellano al mismo nivel (de horas) que el catalán. Algo de lo más lógico y natural, creo yo. Porque, ¿de qué le sirve a los estudiantes conocer muy bien el catalán si desconocen la segunda lengua mundial?…
Como la batalla de Educacion para la Ciudadanía el PSOE la tenía perdida desde el mismo momento de su derrota electoral, centra sus ataques en amenazar con denunciar el Acuerdo con la Santa Sede (que él mismo pactó), al volverse a incorporar la asignatura de Religión.
De nuevo yerra el tiro. No se por qué, me da que en el Vaticano no verían con malos ojos un nuevo Acuerdo con un partido de derechas…
También IU monta la mundial por equipararse la Religión con las Matemáticas. Estoy de acuerdo, pero en sentido contrario. Me parece mucho más importante (y trascendental) una buena formación sobre el Amor al prójimo que el resultado de una operación matemática (que en todo caso siempre la podrá ofrecer una simple calculadora…).
En realidad, todas estas posiciones no son más que enmascaras contra lo que realmente conlleva de novedad la nueva Ley: que no se pasará de curso con más de dos asignaturas suspendidas. Ahí está el quid de la cuestión.
La cultura del esfuerzo contra la cultura de la vagancia.
