La ministra Ana Mato acaba de anunciar el comienzo de reuniones entre representantes de varios ministerios para la puesta en marcha de un Plan Integral de Apoyo a la Familia. Aunque la noticia en sí pueda parecer positiva (que lo es), me asaltan tremendas dudas sobre su efectividad y puesta en marcha a corto plazo.
En primer lugar, no me parece muy apropiado que tenga que haber tomado la decisión no motu proprio, sino a resultas de presiones (legítimas) de determinados grupos de presión. Ya se sabe que cuando alguien no está firmemente convencido de algo, los resultados no suelen ser muy atrayentes…
Por otra parte, tampoco me ofrece grandes garantías personales la susodicha Ministra, a tenor de su propia vida personal/familiar. Una persona divorciada, que no leía los extractos bancarios que les llegaban a casa y que tampoco se había enterado de que en su garaje estaba aparcado un Jaguar, pues qué quieren que les diga…
Volviendo al proyecto en sí, me temo además que le pase como a la nefasta Ley de Dependencia. En España nuestros políticos son muy dados a aprobar pomposas y rimbombantes leyes que suenan muy bien, pero que adolecen de base/rigor presupuestario. Y están las cosas como para incrementar gastos…
Que a fin de cuentas es lo que debería suponer una auténtica política de apoyo familiar. Como sucede en países de nuestro entorno, empezando por la misma Francia, por ejemplo. Porque yo me pregunto:
- ¿Está el Gobierno dispuesto a aprobar una ayuda de 300 euros/mensuales por hijo a cargo HASTA SU MAYORÍA DE EDAD?…
- ¿Está dispuesto a suprimir las ayudas a las clínicas abortistas… Para lo que, primeramente, debería ilegalizar el propio aborto?…
- ¿Está dispuesto a modificar la esperpéntica vigente Ley del llamado divorcio/exprés y, pensando prioritariamente en el bien de los hijos, establecer un período obligatorio de reflexión de la pareja interviniendo incluso mediadores familiares para intentar evitar el drama que para ellos todo divorcio supone?…
Alguien que priorizando al límite el incremento de ingresos llegando a gravar los medicamentos de los jubilados, ¿será capaz de reducir los ingresos en IR.F proporcionalmente al número de hijos, como una auténtica justicia distributiva reclama?…
- ¿Logrará que el presupuesto se incremente lo suficiente para solucionar el tremendo problema de la falta de plazas escolares de 0 a 3 años y que para las madres trabajadoras supone la injusta carga de tener que llevar a los hijos a guarderías privadas de a 600 euros al mes?…
Y hablando de educación, ¿será capaz de poner en marcha un horario escolar que se ajuste realmente al de los padres para lograr la deseable conciliación de la vida laboral/familiar, sin tenerles sometidos a la angustia permanente que en el día a día ello les supone?…
Me temo que no (a todo ello).
En fin, son demasiadas dudas las que me asaltan (por desgracia) sobre la “bronceada” ministra, cuyo único mérito, por lo demás, para ser nombrada consistió en haberse pasado años y años en la sede de su partido, sin ninguna otra experiencia laboral ni profesional.
Al tiempo…
