Ángela, una de las participantes más activas del grupo del Yoga de la risa del Espacio para mayores, Conde de Elda, me enseñó una preciosa carta que recibió de su nieta Verónica cuando se marchó a trabajar fuera de España. Leyéndomela le cayeron lágrimas de los ojos, también a mi y a los demás que la escucharon. Es una carta preciosa y que quiero compartir con ustedes…
Dicen que las abuelas nos consienten, nos preparan siempre lo que más nos gusta, permiten que hagamos y deshagamos en su casa y, sin importar lo que pase, siempre nos ofrecen su amor incondicional.
Yo no puedo más que expresarte todo lo que significas para mí. Eres una persona excepcional, no solo por ser abuela, madre o mujer, sino simplemente por ser tú.
Por hacerme sentir siempre tan querida, por ser una persona tan especial en mi vida.
Tantos y tantos recuerdos…tantas veces he pensado: “¡es única¡” Que bonito es tener alguien como tú en mi vida.
Recuerdo tantas conversaciones, tantos momentos juntas, tanta complicidad y sonrisitas por la alegría de ser tan parecidas…
Eres igualita a mí. Cuantas veces me ha dicho eso. ¡Pues sí¡ Afortunadamente podemos decir y presumir de tener un montón de cualidades que nos hacen personas excepcionales.
Felicidades por ser como eres abuela, con todas tus virtudes y tus cosillas no tan buenas.
Pero siempre tú, siempre mi abuela, siempre dando lo mejor de ti a los demás y disfrutando de nuestra felicidad.
Porque no todas las personas son capaces de expresar, con tan solo una mirada o una sonrisa, lo feliz que se sienten de tener la vida y la familia que tienen como tú.
Porque no todas las personas son capaces de dar tanto amor a través de un beso incluso a médicos y desconocidos.
Y créeme, esa luz que irradias se siente y, a mi particularmente, ¡me hace tan feliz!
¡¡¡Por ello, aún estando a tantos kilómetros de distancia, hoy estoy ahí contigo, abrazándote, dándote muchos besitos y deseándote muchísimas felicidades en tu 84 cumpleaños abuelita!!!
Tu nieta que te adora.
