Esta mañana he recibido de mi hijo Alberto, desde Tucson, Arizona, un mail anunciándome la muerte en Monte Carlo de Michele Ferrero, Italiano ilustre e inventor de Nutella y de los bombones Ferrero Rocher. Este rey del chocolate murió justamente en el día de San Valentín.
Ohhh! escribe mi hijo emocionado, seguramente recordando su juventud cuando disfrutaba sabrosos desayunos y meriendas con nutella en una rebanada de pan. Ah, felices recuerdos! Y como él, un montón de niños, ya grandes. Y también sus padres, ya mayores.
Leyendo su mail, me ha venido a la mente una imagen de publicidad de los bombones Ferrero Rocher que recurría en la televisión de mi propia juventud y que se ha quedado viva en mi recuerdo.
Una señora muy guapa y elegante sentada en un Rolls Royce dice a su chofer ”¿Donde están mis Ferrero Rocher?”
En 1957 Michele Ferrero heredó la empresa de su padre, Pietro Ferrero, propietario de una panadería en Alba en la región del Piemonte. La gran idea de Pietro en los difíciles años de escasez de la posguerra fue crear un dulce parecido al chocolate utilizando avellanas mucho más baratas del chocolate y que abundan en la campiña que rodea Alba, en lugar del costoso cacao. Un kilo de la llamada “pasta Gianduja” costaba el contravalor de 30 centavos de euro, en comparación con los 1.50 euros por un kilo de chocolate.
En 1964 Michele Ferrero cambió este nombre al actualmente famoso de Nutella.
En casa, en su laboratorio personal en el noroeste de Italia, cuentan que a Michele Ferrero le tomó cinco años descubrir cómo mezclar las capas de barquillos y avellanas que componen los chocolates Ferrero Rocher.
El éxito de Nutella, de los bombones Ferrero Rocher y de otros productos de la empresa basados en chocolate y avellanas, junto con la experiencia de marketing internacional de Michele Ferrero, convirtieron lo que empezó como una pequeña empresa a convertirse en el cuarto productor de bombones y dulces en el mundo e hizo de Michele Ferrero el hombre más rico de Italia. Hoy día la Empresa Ferrero compra el 25% de la producción mundial de avellanas. Iguala a Fiat en su alcance mundial y es más grande que Hershey y solo un poco más pequeña que Nestlé, en base a sus ingresos.
El grupo ahora emplea a 21.600 personas en 18 fábricas en Europa, Australia, América Latina y Estados Unidos.
Me enterneció leer que la mayor habilidad de Ferrero fue conocer lo que querían los niños. “Nunca trates con condescendencia a un niño”, se le cita en el libro, Nutella, una leyenda italiana, de Gigi Padovani.
El gran chocolatero va a ser recordado también por su trato con el personal de la Empresa y por la ayuda social que ha aportado a lo largo de su vida. En los 70 años de la empresa no ha habido ni un solo día de huelga ni acción social. La ministra Italiana de Educación, Stefania Giannini, recordó como Ferrero siempre puso el desarrollo personal de cada empleado/a en el centro de su empresa.
Esta mañana después de leer el mail de mi hijo he vuelto a desayunar con Nutella y he regalado tres cajas de los bombones Ferrero Rocher en honor de este magnífico italiano. Una al párroco de la iglesia de mi calle y otras dos a mi cardióloga y a su enfermera. Todos aceptaron el regalo con una gran sonrisa.
