Reconoce tus propios éxitos. Haz una lista, mentalmente o por escrito, de todo lo que has conseguido en el día de ayer no importa si los logros han sido grandes o pequeños.
Después prepara una nueva lista recopilando los logros que has conseguido a lo largo de la entera semana pasada.
A este punto, date el permiso de aceptar lo mucho que eres capaz de hacer, haces y consigues entre las cientos de posibilidades de acción de todo tipo. Descubrirás que eres una persona profundamente motivada y que estás abierto a mejorar cada día y a ponerte tareas cada vez más importantes.
Valídate a raiz de este descubrimiento y date la enhorabuena, junto a un fuerte abrazo de reconocimiento.