Enfoquemos nuestra atención hacia todo lo positivo que hemos hecho hasta ahora y paremonos a examinar los detalles de lo que hemos sentido, percibido, reconocido en nosotros mismos cuando hemos asumido actitudes positivas en nuestras relaciones.
A veces, o mejor a menudo, no estamos acostumbrados a utilizar este enfoque; por habitos adquiridos, preferimos enfocar la atención en lo que hemos hecho mal o lo que hemos equivocado en nuestro comportamiento y en nuestras relaciones y cuando lo hacemos de esta forma, acabamos sintiéndonos mal e insatisfecho. Esto nos confirma nuestra insuficiencia y nos cierra a la búsqueda en nuestro día a día de soluciones y cambios de perspectiva y resultados.
A su vez, esta costumbre, una de las tantas que nos muestran el camino hacia una autoestima y autorrealización conscientes, es un rasgo que nos viene de la infancia y que, como todos los rasgos adquiridos y asumidos puede modificarse una vez hayamos decidido que no nos sirven.
Desde esta perspectiva, parémonos ya a reflexionar sobre y para que decidimos buscar sentirnos mal cuando sería mucho mas placentero buscar sentirnos bién y, por lo tanto, buscar aprender de los errores en lugar que sentirnos mal y gastar mucha energía sintiéndonos culpables o insuficientes.
Esta reflexión nos puede ayudar en todo lo que hacemos que no nos sirve y nos ayuda a darnos cuenta de que a menudo lo hacemos sin darnos cuenta.
Gracias por decidir daros cuenta ahora y por modificar este habito. Vale la pena.
Foto: Google imágenes