En la puerta de nuestra casa hemos colgado un cartel que dice: “En esta casa hay mucho, mucho, mucho amor”. Es un regalo de nuestra hija, que vive en Hong Kong. Cuando viene a visitarnos, estamos encantados de leerlo juntos y de aplicarlo dándonos un fortísimo abrazo.
Y creo que es una de las frases que todos podemos decirnos sobre nuestros hogares y nuestras situaciones personales. Porque es la verdad. Todos nos queremos mucho, pero no nos damos el tiempo de expresarlo con palabras y hechos, de comprobarlo, de sentirnos bien con ello, de disfrutarlo y saborearlo.
Por ello creo que hay que pensarlo. Démonos cuenta de que en nuestra vida hay mucho, mucho, mucho amor, mutuo y para los demás. Y luego, lo más importante: demostrarlo.
¿Habéis analizado la cantidad de amor que hay en vuestras vidas? Seguro que hay, ¡y mucho! Solo hace falta conectar con ello.
Foto: El Blog de Franco Voli