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Cabecera El Jubilado Feliz

HABLANDO DE TIEMPO Y DE ESTRÉS

Todos los días hay que tomar dos litros de agua. (Sí, y luego eliminarlos, que lleva como el doble del tiempo que llevó tomárselos). Todos los días hay que tomarse un Actimel o un Yogurt para tener “L. Cassei Defensis”, que nadie sabe qué es, pero parece que si no te mandas un millón y medio de unidades todos los días, entras a ver a la gente  como borrosa.

Cada día hay que tomar una aspirina, para prevenir los infartos, mas un vaso de vino tinto, para lo mismo. Y otro de blanco, para el sistema nervioso. Y uno de cerveza, que ya no me acuerdo para qué era. Si te lo tomas todo junto, por más que te dé un derrame ahí mismo, no te preocupes pues probablemente ni te enteres.


Todos los días hay que comer fibra. Mucha, muchísima fibra, hasta que logres limpiarlo todo. Hay que hacer entre cuatro y seis comidas diarias, livianas, sin olvidarte de masticar cien veces cada bocado. Haciendo un pequeño cálculo, sólo en comer se te van como cinco horitas.


Ah, después de cada comida hay que lavarse los dientes, o sea: después del Actimel y la fibra, los dientes, después de la manzana los dientes, después del plátano los dientes… y así mientras tengas dientes, sin olvidar pasarte el hilo dental, utilizar un cepillito interprox, masajear las encías, etc. Mejor amplía el baño y mete el equipo de música, porque entre el agua, la fibra y los dientes, te vas a pasar varias horas por día ahí adentro.

Hay que dormir ocho horas y trabajar otras ocho, más las cinco que empleamos en comer, veintiuno. Te quedan tres, siempre que no te salgan imprevistos. Según las estadísticas, vemos tres horas diarias de televisión. Bueno, ya no puedes porque todos los días hay que caminar por lo menos media hora (dato por experiencia: a los 15 minutos regresas, si no la media hora se te hace una).


Y hay que cuidar las amistades porque son como una planta: hay que regarlas a diario. Y cuando te vas de vacaciones también, supongo. Además, hay que estar bien informado, así que hay que leer por lo menos dos diarios y algún artículo de revista, para contrastar la información.


¡Ah!, hay que tener sexo todos los días que puedas, pero sin caer en la rutina: hay que ser innovador, creativo, renovar la seducción. Eso lleva su tiempo.


También  hay que hacer tiempo para barrer, lavar la ropa, los platos, y no te digo si tienes perro o mascota… hijos, nietos. En fin: a mí la cuenta me da unas 29 horas diarias.

La única posibilidad que se me ocurre es hacer varias de estas cosas a la vez, por ejemplo: Te duchas con agua fría y con la boca abierta así te tomas los 2 litros de agua. Mientras sales del baño con el cepillo de dientes en la boca le vas haciendo el amor (tántrico) parado a tu pareja, que de paso mira la TV y te cuenta.


¿Te quedó una mano libre? Llama a tus amigos. ¡Y a tus hijos! Tómate el vino (después de llamar a tus hijos te va a hacer falta). El BioPuritas con la manzana te lo puede dar tu pareja mientras se come el plátano con el Actimel, y mañana cambian.


Pero si te quedan 2 minutos, reenvíale esto a los amigos (que hay que regar como las plantas) mientras tomas una cucharadita de Total
Magnesiano, que hace la mar de bien… Y ahora te dejo porque entre
el yogur, el medio pomelo, la cerveza, el primer litro de agua y la
tercera comida con fibra del día, ya no sé qué estoy haciendo pero
necesito un baño urgente. Ah, voy a aprovechar y me llevo el cepillo de dientes….


A mi me hizo mucha gracia y esto me hizo la mar de bien, como siempre cuando me río. Reírse, nos conecta con el aquí y ahora,  reduce el estrés, refuerza el sistema inmunológico, estimula la producción de endorfinas, desarrolla el sentido de humor, es un eficaz tratamiento anti-envejecimiento y alivia la ansiedad y la depresión.


Estos beneficios no se refieren solo a la risa motivada por algo humoristico. Según numerosos estudios estos beneficios se  realizan también cuando nos reímos porque queremos reírnos y lo hacemos sin más motivación que la de querer sentirnos bien.


Una vez empecemos, la risa se apodera de nosotros ya que es pegajosa y ya nos viene espontánea y seguimos riendo hasta que decidamos parar. También la sonrisa tiene beneficios paralelos aunque no tan poderosos. Por la mañana al despertarnos podemos empezar con sonreír de forma consciente y después pasar a reírnos durante un rato en algún momento posterior en que nos sintamos cómodos haciéndolo. Por ejemplo haciendo ejercicios, duchándonos o hablando por teléfono y un sin fin de oportunidades a lo largo del día.


Es importante que no nos riamos de los demás pero todo lo demás vale. Hagan la prueba hoy mismo, usen un poco de creatividad y verán como con la practica, reírse va haciéndose cada día más fácil.

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