Desde algun tiempo, se está hablando mucho, en libros, articulos, cursos y conferencias, de la felicidad como algo posible más que como algo astracto. Hasta se está ventilando la posibilidad de que la felicidad sea un derecho que tenemos todas las personas a cualquier edad y que de cada uno depende que este derecho se haga realidad en su día a día.
Con la proximidad de la jubilación o con la jubilación misma y con los cambios que se realizan en nuestra vida, reclamar este derecho se nos hace más importante y al mismo tiempo más posible y hasta más fácil.
La palabra jubilado tiene la misma raíz de “jubilo” que es disfrute. Jubilarse o acercarse a la jubilación puede ser una gran ocasión y oportunidad para ser felices y ayudar a los demás a serlo.
Cuando nos sentimos felices y a gusto con nosotros mismos, nos abrimos a crear una buena convivencia con las personas a nuestro alrededor, empezando con nosotros mismos.
A su vez, para crear esta convivencia, nos interesa llevar a cabo una revisión emocional que nos permita descubrir nuevas formas más eficaces de comportarnos, relacionarnos y comunicarnos.
Hay que poderlo hacer de una forma dinámica, interesante y placentera y hay métodos e instrumentos que nos lo permiten y que nos interesa practicar y utilizar en nuestro día a día ,Si ya hemos llegado a la jubilación, pasado o no el umbral de los 50, se van verificando cambios importantes en nuestra forma de ver la vida. Por ejemplo, ya vamos descubriendo la posibilidad de tener más tiempo libre para aprender y disfrutar de las pequeñas cosas y para cuidar más de nosotros mismos.
Enfocar nuestra atención en nuestro propio disfrute personal, siempre que no sea a cuesta de los demás, no es un signo de egoísmo. Cuando nos sentimos bien, creamos un ambiente a nuestro alrededor que ayuda la convivencia también con los demás y esto va en beneficio de todos.
Situaciones externas como el comportamiento de los demás y las distintas circunstancias pueden ser filtrados por nuestra decisión de sentirnos bien y por nuestra aceptación de que podemos hacerlo si nos damos cuenta de que podemos y nos interesa.
El primer paso para motivarnos a actuar y conseguir muy buenos resultados es reflexionarlo y hablarlo desde la perspectiva de que si queremos podemos y que, si pensamos que no podemos o que es muy difícil, entonces no haremos nada para conseguirlo y, evidentemente, no lo conseguiremos.
Ya Iremos tocando este y otros temas entre las muchas posibilidades de disfrutar que tenemos a nuestras edades para motivarnos a aprovecharlas para sentirnos felices.
