;
LinkedIn YouTube
Cabecera El Jubilado Feliz

Practicar la sonrisa consciente

La sonrisa es un elemento importante de la disposición al sentirse bien, es fácil de hacer y es placentero fijarnos cuando lo hacemos de forma consciente.

Cuando sonreímos, el cuerpo libera endorfinas y serotonina al torrente sanguíneo, reduciendo así los dolores y mejorando el sistema inmune.

Sonreír reduce también nuestra presión sanguínea y, cuando el cuerpo se relaja, reduce el estrés y por lo tanto, nuestras propias defensas.

Por la mañana, por ejemplo, podemos practicar la sonrisa al despertarnos; la mantenemos mientras nos miramos al espejo y nos decimos unas palabras de aprecio a nosotros mismos por algo que recordamos haber hecho bien el día anterior o esta misma mañana. Los expertos recomiendan sonreír al despertar para activar y relajar el organismo ya que mejora nuestra predisposición a realizar las diversas actividades de forma positiva lo largo del día.

También nos interesa sacar una sonrisa cuando damos los “buenos días” a otra persona de nuestro entorno. En general nos contestan dedicándonos ellos mismos una sonrisa de reconocimiento o de afecto. Y es que, con las sonrisas creamos un puente de socialización con las demás personas. Las neuronas de nuestro cerebro sincronizan con las neuronas de los demás cuando les sonreímos y nos sonríen. Los dos activamos las mismas regiones de nuestro cerebro creando en ambos lo que se llaman “neuronas espejo”.

Sonreímos cuando recordamos algo que nos ha gustado anteriormente y cuyo recuerdo todavía nos hace sentir bien. Sonreímos cuando pensamos en algo gustoso que vamos a saborear pronto o que estamos saboreando ya en nuestra mente. Sonreímos al ver un paisaje bonito o escuchamos una música que nos gusta. Sonreímos cuando alguien nos hace un cumplido o cuando se lo hacemos nosotros a alguien. Sonreímos viendo un bebé que sonríe. Y les sonreímos a sus padres como reconocimiento de ser sus padres.

Cuando sonreímos, nuestras voces reflejan la sonrisa que se puede captar también cuando los demás no nos ven, como por ejemplo, cuando sonreímos hablando en el móvil.

Proyectamos a los que nos escuchan un tono de voz más cálido que asegura una conversación más positiva y más feliz.

Podemos sonreír conscientemente en las más variadas situaciones diarias como cuando nos peinamos, nos duchamos, nos sentamos en la mesa para desayunar, llamamos a alguien por teléfono y nos encontramos en innumerables situaciones de nuestra vida, cuando nos fijamos que estamos sonriendo y recordamos que sonreír es bello y fácil y que practicarlo nos hace sentir bien viéndolo y haciéndolo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>