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Todos cometemos errores. Es parte de nuestra naturaleza humana. Algunas veces acertamos y otras nos equivocamos en lo que hacemos. Hablando de educar para la paz, se examinó entre todos los participantes la importancia para la paz de  desactivar el sentido de culpa. Si queremos evitar sentirnos mal con lo que hemos hecho, aunque no nos guste, podemos enfocar la atención en lo que hemos aprendido en cada ocasión sea de nosotros mismos, que de la otra persona y de las circunstancias.

Todos compartimos experiencias sobre la posibilidad de que en lugar de sentirnos culpables, podemos asumir nuestra parte de responsabilidad sobre lo ocurrido. Esto nos permite buscar al mismo tiempo la forma de modificar las consecuencias y el aprendizaje a no repetir el error en lo sucesivo.

Entre todos los participantes llegamos a unas conclusiones que me sirvieron de base para rechazar la culpa en mis relaciones personales y sociales.

? Cuando nos sentimos culpables en lugar de aprender, nos ponemos excusas para justificarnos.  

? El sentido de culpa sea nuestra que de los demás, no alimenta las relaciones mutuas.

? Gran parte de nuestras  reacciones vivénciales son de carácter emocional y responden a ideas preconcebida de lo que había que hacer. A menudo actuamos sin pararnos a pensar  sobre la motivación de nuestras acciones y de las de los demás. No nos paramos a pensar en las consecuencias.

? Cuando esto nos pasa creamos situaciones de incomprensión y culpabilidad en nuestras relaciones de pareja, con nuestros hijos y con otras personas de nuestro entorno.

? Llegamos a sentirnos víctimas de nosotros mismos y nos acusamos y acosamos.

? En otras ocasiones achacamos la culpa de lo sucedido a los demás para excusarnos a nosotros mismos y en lugar de sentirnos culpables nosotros llegamos a sentirnos víctimas de los demás y de su comportamiento.

? Como alternativa a la culpa y al sentirnos víctimas, podemos conectar con nuestra propia disponibilidad a aprender, ayudar y a reparar las situaciones y las relaciones.

? Esta labor, a su vez, nos ayuda a  elevar nuestra autoestima y desde una mayor autoestima podemos llegar a sentirnos bien con nosotros mismos y ayudar a los demás a hacerlo también.

? La aceptación de que podemos y la voluntad de actuar en consecuencia  van siendo, poco a poco, los focos de la percepción de nuestra realidad y de nuestras relaciones mutuas en este sentido.
Todos coincidimos en que educar para la paz es también educar en este sentido.

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