No hay que complicarse mucho la vida para arreglar los problemas que nos acucian en España… como contrapeso a la lamentable frase de Alfonso Guerra, lo que hay que hacer es resucitar a Montesquieu. Hay que restaurar una Justicia libre e independiente del poder político. O para ser más exactos, de la partitocracia ramplante que nos impera.
Parece de toda lógica que igual que los ciudadanos eligen a sus representantes, sean los propios Jueces los que elijan a los suyos. Así de claro, así de sencillo.
Otro de los ejes fundamentales es la supresión de subvenciones a Partidos, Centrales Sindicales y Patronales. Que se mantengan exclusivamente con las cuotas de sus afiliados. Y con ello, además, se conseguirá reducir en cifra muy importante el paro: el de los miles de LIBERADOS (de trabajar) sindicales, que tendrán que volver a sus puestos de trabajo. Así de claro, así de sencillo.
Ahora que tanto se habla del derecho de la mujer (sobre su propio cuerpo), también habrá que incentivar su derecho a la maternidad. Siendo una de los principales escollos para tener hijos el económico, establézcase una subvención de 300 euros/mensuales por hijo a cargo hasta que tengan edad para poder ser llevados al Colegio (3 años). Incremento de natalidad, igual a mayor consolidación del futuro del Estado del bienestar. Así de claro, así de sencillo.
Hablemos ahora de igualdad. Porque yo me pregunto: ¿por qué las Pensiones de los funcionarios van a cargo de los Presupuestos Generales (impuestos)?. Y también, ¿por qué esos mismos funcionarios pueden pedir excedencia en sus puestos de trabajo para ocupar un cargo electo y el resto de trabajadores no?. Parece justo que todos los ciudadanos tengamos igual trato. Nada de prebendas. Así de claro, así de sencillo.
Más de igualdad. En España, sin ser turista y sin contrato de trabajo, se puede entrar de dos maneras: jugándose literalmente la vida (por mar o por valla) o adquiriendo una propiedad de al menos 500.000 euros. En este segundo caso, además del correspondiente permiso de residencia se acumula el de asistencia sanitaria, educación gratuita, etc. ¿Cuál de las dos opciones es más injusta?. Así de claro, así de sencillo.
La corrupción es una lacra tremenda. Parece claro que dos son sus orígenes. Por un lado, todas las mociones de censura en los Ayuntamientos pasan por lo mismo: concesión al Partido que la apoya de la Concejalía de Urbanismo. ¿Por qué será?. Hay que acabar, pues, con las recalificaciones del suelo. Todo debe pasar a ser “libre”. Ni rústico, ni urbano. Los franceses hace ya tiempo que lo pusieron en marcha y les va de maravilla. Así de claro, así de sencillo.
La otra cara de la corrupción es la Obra Pública. Y no parece tan difícil de resolverse el problema. Créese una EMPRESA DE OBRAS PÚBLICAS, adjudicataria única de las mismas. Con presupuestos cerrados, nada de licitaciones. Se acabaron los sobres y demás mamandurrias. Así de claro, así de sencillo.
Y el paro. ¡Ah, el maldito paro!. Tres ideas simples. Primera, como se hace en USA, el parado que cobra prestación de desempleo debe ir obligatoriamente todos los días a la Oficina de empleo. Y allí esperar pacientemente alguna oferta de su perfil. Nada de un sellado rápido cada tres meses y ¡hasta luego, Lucas!…Así de claro, así de sencillo.
Segunda, el parado que cobra prestación supone una carga para las arcas públicas. En consecuencia, parece de cajón que las contrataciones estuvieran exentas de cotización por el tiempo que quedase hasta su término. Sería mucho más lo que el Estado se ahorraría que lo que dejaría de ingresar. Así de claro, así de sencillo.
De igual manera, las contrataciones de parados (sin prestación), deberían tener una carencia de cotización de al menos tres años, siempre y cuando el contrato tuviera carácter de indefinido.
No hay que olvidar que la mayor dificultad que existe en España para contratar no es el coste del despido como muchos opinan. El gran problema es el de los costes laborales (cotizaciones). ¡Las más altas de Europa!.
Así de claro, así de sencillo…