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Cabecera La Hora de la familia

El diccionario familiar

ABUELA,  dícese de la “sancta sanctorum” familiar. Después de aguantar años y años al marido, ahora le toca aguantar a yernos y nueras, ejercer de canguro, enseñar a rezar, enseñar a coser, enseñar a todo… y, además, las comidas de fiestas y cumpleaños…

ABUELO,  dícese del paganini de todos los saraos familiares. Además, tiene como misión (indelegable) el ir a buscar a los peques al Cole. Generalmente, tiene prohibido fumar y beber. Así que piensa mucho en la otra vida, donde sí podrá fumar y beber a discreción y dejar la toalla en el suelo después de la ducha…

CUÑADA, dícese de quien todo lo sabe (o quiere saber). Su vida es un sin vivir pendiente de los demás. Su tema favorito de conversación  es el cotilleo puro y duro. Cotillea de todo el mundo, familiares, vecinos, amigos. La situación de máximo riesgo se produce cuando queda a tomar café con las otras cuñadas…

CUÑADO, dícese del que siempre tiene la culpa de todo. Suele escuchar con harta frecuencia la frase: “a ti, ¿quién te ha dado vela en éste entierro?”. Como  terapia de grupo, suele quedar a tomar copas con algún otro cuñado. Ahí se despachan a gusto, hasta que… la  lengua se les traba y la vista se les comienza a nublar…

HERMANA, dícese de la compañera natural de secretos y aventuras infantiles y confidencias de amoríos posteriormente. Al crecer, puede sufrir una metamorfosis, transformándose peligrosamente en la terrible especimem de “cuñada”,  con las perversas características anteriormente descritas…

HERMANO, dícese del compañero de aventuras, pero en plan bestia. Si ocupa el lugar de menor, se las suele llevar todas en el mismo carrillo. Si el lugar que ocupa es el de mayor, sentirá una constante presión de tener que llevar una vida “ejemplarizante”. En cualquier caso, se dice que es la figura familiar que mayor grado de querer conlleva. De ahí la frase, “ te quiero como a un hermano”…

HIJA,  dícese de la mujer que comunmente tiene en palmitas al papi, quien generalmente le llama  “la niña de mis ojos”.  Es constantemente educada para el sacrificio total: ser buena estudiante, pulcra, cortés, sincera, decente, dócil, “pronto en casa”, economista, siempre guapa, buena ama de casa, cocinera, planchadora, costurera  y, además, excelente trabajadora. Como se ve, se le exige en su formación “poca cosa”…

HIJO,  dícese del “tronco” que normalmente sólo piensa en cosas redondas: balones, pechos… Pero de libros, lo mínimo imprescindible. Tiene tendencia natural a pernoctar fuera de casa. En la mayoría de los casos les es de aplicación la máxima poética: “en los ojos de tu madre, serás niño hasta el final”…

MADRE, dícese de la JEFA. Todos los derechos son por ella acaparados…

PADRE, dícese de quien sólo tiene obligaciones y apenas algún derecho…

MASCOTA, dícese del animal que convive con la familia. Y suele vivir a cuerpo de rey. No le falta “de na”: comida, paseos, mimos, sitio acotado, limpieza… Incluso suele ser el factor determinante de dónde ir de vacaciones (a dónde se le admita…).

NIETO (s), dícese de los miembros de la familia que acaparan todo. Siempre suele ocurrir lo mismo: salen igualitos de guapos que la parte de familia que los esté mirando…

NOVIA,  dícese de la casamentera obsesionada con controlar los pasos del novio. Muy dada a enfados continuos, sobre todo cuando transcurren más de diez minutos sin que el novio le haya llamado por teléfono otra vez. Tiene por costumbre llegar a la cita con 30 o 40 minutos de retraso…

NOVIO,  dícese del joven generalmente con defecto de vista ( siempre la ve guapísima a ella). Con frecuencia  echa en falta aquellos tiempos de libertad y descontrol. También suele padecer de insomnio y está condenado a dos cosas: dejar de ver partidos de fútbol y salir de copas con los amigotes. Tampoco está autorizado a elegir la película que verán en pareja…

NUERA, dícese de la chica que para los padres de “él” es mayormente, fea, poco inteligente, no sabe hacer de nada y encima sólo lleva a los niños a casa de “sus” padres. Si está sola en casa nunca descuelga el teléfono cuando llama la madre del marido…(“¡ay si te hubieras casado con la otra!”…).

YERNO, dícese del destinatario de todos los defectos que a una persona se le pueden achacar:  torpe, vago, feo, sucio, desaliñado, glotón, fumador, bebedor, sólo pensando en el fútbol y los amigotes, siempre dejando todo en cualquier sitio… (¡ay si te hubieras casado con el otro!”…).

PORTERO, dícese de la persona que, aun no siendo familiar de sangre, convive tanto con la familia que es como uno más. Lo sabe todo. Lo oye todo. Desde su garita, todo lo controla. ¡Ay si se pusiera a largar: se armaba la marimorena!…

PRIMOS (as), dícese de los niños con los que más suelen convivir y jugar los hijos cuando son pequeños. Si son más guapos y mejores estudiantes, sirven para  un “mírate en el espejo”. Si no, “mejor no seas como ellos”… (también suele usarse el término para designar a un tonto paganini, pero ya fuera de la familia)…

SOBRINOS, dícese de los hijos de un hermano/a. Tienen la ventaja sobre los hijos propios que si se ponen “ñoños”, coges puerta y “que le aguante su padre”…

SUEGRA, dícese de la persona más omnipresente en el día a día de la vida en familia. Siempre está, aunque no se le invite. Siempre oyendo todo, aunque esté sorda como una tapia. Siempre viéndolo todo, aunque esté miope perdida. Siempre opinando, aunque nadie se lo pida. Siempre criticando, aunque tenga una viga en el ojo.  Siempre lo sabe todo, aunque generalmente no tiene ni puñetera idea de nada. Siempre diciendo, “te lo dije, ése tío(a) no era para ti”…

SUEGRO, dícese del “pobre hombre” que, a fuerza de no dejarle su mujer nunca hablar ni opinar de nada, vive con un complejo de mutis total. Por no poder abrir la boca, no lo puede hacer ni para fumar. Eso sí, a la hora de buscar “ayuda financiera”, siempre se acude a él. Está abierto (de servicio) las 24 horas del día, los siete días de la semana, los 12 meses del año…

TATA. Dícese de la persona que está para ayudar en labores de la casa. A veces esas labores traspasan lo “políticamente correcto” (y no digo más…).

TÍA, dícese de quien generalmente se manda a contar algo increíble (“cuéntaselo a tu tía”). También suele ser la dueña de la casa donde se “aparcan” los peques para salir de marcha los papis. Y si es preciso, también hace el servicio de guardería a domicilio. Es el canguro familiar por antonomasia…

TÍO, dícese de quien suele ser paño de lágrimas. La mujer, desesperada con “él”, acude a contar sus penas al hermano. De tanto oír y oír, suelen sufrir de otitis. Suele ser el mayor comprador de regalos. No para: cumpleaños, santos, Reyes…(modernamente, el término “tío” también se viene usando para referirse a un amigote).

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