El reciente escándalo del padre de Leo Messi y sus turbios tejemanejes en negocios de no muy buena pinta, trae de nuevo a colación el debatido tema de la “intromisión” de los padres (el padre generalmente) en los asuntos económicos de sus hijos-estrellas.
Casos que, lamentablemente, acaban muchas veces incluso en los Juzgados. ¡El colmo!. Todo obedece a poner por delante el dinero de lo que debe guiar toda relación familiar: el AMOR (desinteresado).
Maradona, Casillas, Sanchez Vicario… son otras tantas desagradables muestras de este tipo de problemas. Pero hay muchos más. Lamentable desde cualquier punto de vista. Incluso afectan, como no podía ser de otra forma, al propio rendimiento de los deportistas…
El fútbol, ya es sabido, es el que más dinero genera. Yo recuerdo en mis tiempos que, por Ley, hasta la mayoría de edad se era “amateur”. Hasta entonces no se podía cobrar ni un duro. A partir de ahí, cada cual podía libremente encargarse de sus asuntos económicos, sin necesidad de paternales ayudas. Tal vez ahí estuviera la solución final de tanta problemática.
Realmente y bajo mi punto de vista, la mayor culpa recae sobre los propios padres. Ávidos de conseguir “como sea” que sus hijos vivan del deporte ( y de paso ellos también…), incluso les sacrifican hasta límites indecentes, privándoles prácticamente de tiempo libre y la necesaria convivencia con amigos “normales” de su edad. Y la infancia no se vive dos veces…
Como digo, por desgracia ahí no acaba la cosa. Continúan el serial “abusador”. Como abuso de menores podría realmente catalogarse el asunto. Son sus propios representantes y manejan a su antojo el capital (enorme) que el as va acumulando. Y ahí empiezan los problemas. No suelen tener mucha formación que digamos: ni para negocios, ni para inversiones. De ahí que se dejan llevar cerca del precipicio (si no acaban cayendo por él…).
El tema es difícil y peliagudo de resolver, ya lo se. Pero produce una tristeza enorme ver esos enfrentamientos familiares entre miembros con parentesco de primer grado.
¿Tan difícil les resultaría ser más honestos con sus propios hijos?…