Hay que ir fijando ideas para las elecciones que se avecinan… ahora que vamos a entrar en España en un bienio electoral, parece conveniente pasar revista a lo que debería ser el capítulo más importante en el Programa de cualquier Partido: la política de apoyo a la pieza básica de la Sociedad, la FAMILIA.
Lo primero que todo País desarrollado lleva a cabo es la creación de un Ministerio de la Familia. Alemania y Francia son dignos ejemplos. Y así les va de bien. En nuestra timorata España a lo más que se llega es a una Dirección General, y siempre compartida con otros asuntos “sociales”.
El apoyo a la natalidad debe ser la prioridad natural. Parches como el lamentable cheque bebé del Presidente Zapatero atenta contra cualquier principio de dignidad: 2.400 euros sirven para poco más que la compra de la cuna y los primeros pañales. Así fue de escuálido el resultado de la potenciación de la natalidad durante su vigencia: cero.
El indiscutible y legítimo derecho que toda mujer tiene a ser madre, priorizándolo sobre la propia vida laboral (dedicación plena a la maternidad), se prima en Francia, por ejemplo, con trescientos euros mensuales hasta la mayoría de edad por hijo a cargo. Y sin límite en su número…
Y naturalmente, si la madre lo desea puede incorporarse al sistema de la Seguridad Social, consolidando con ello su legítimo derecho de Pensión. Algo lógico y natural. No hay “trabajo” socialmente más digno que el de ama de casa…
También como elemento básico de ayuda hay que desarrollar la red de plazas de guardería para acoger a todos los niños de 0-3 años. Es una vergüenza que se tenga que pagar trescientos euros mensuales por una plaza en la privada, porque en la mayoría de los casos no hay plaza en la pública.
Sobre el debatido tema de la conciliación de la vida laboral/familiar, hay un eje que lo condiciona todo: el de los horarios. No se entiende bien por qué en la Administración y en la Banca, por ejemplo, se acaba la jornada a las 15 h. y en el resto de Empresas (la mayoría) se prolongue mucho más allá de ese horario. Ahí los Sindicatos creo deberían tener mucho que decir (claro que ya se que no deben tener tiempo para ello, valga la redundancia: se les va el tiempo en “pillar” cursos fantasmas…).
Pues si ellos no cumplen con sus fines, desde el Gobierno se tendrán que tomar medidas correctoras, por el bien de la FAMILIA y por ende de la propia Sociedad…
El apartado fiscal merece capítulo aparte. Como bien reivindica la Federación de Familias Numerosas, “a más hijos, más desgravación fiscal”. También resulta ridícula la deducción vigente en el I.R.P.F. Considerando de justicia apoyar a las familias que más aportan al relevo generacional (aportación de más trabajadores y por extensión más cotizantes de Impuestos y de la Seguridad Social).
El insostenible sistema de nuestras Pensiones se resiente precisamente porque se ha invertido la pirámide generacional. No hay nacimientos suficientes para asegurar tal relevo.
Finalmente, los apoyos en el I.V.A. de productos básicos y otros costos necesarios (vivienda, agua, luz, gas, transporte, teléfono…), brillan por su ausencia. Las tremendas y constantes subidas que el Gobierno (este y los anteriores) hacen son siempre lineales. Pan (duro) para todos. Ni un poco de “mantequilla” para suavizarlos…
Estos son, a mi entender, los ejes básicos sobre los que debería girar toda política familiar que se precie.
Por mi parte los voy a intentar apoyar desde el nuevo Partido VOX, con el que me he sentido plenamente identificado precisamente porque en su Manifiesto Fundacional plantea sin ambages ni medias tintas la defensa y promoción de la FAMILIA.
¡Es la hora de oír la “VOX” de la Familia!…
