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Cabecera La Hora de la familia

Suegro/yerno


En ésta primera entrega de reflexiones acerca de las relaciones familiares “inter generacionales” podríamos llamar, lo primero que quiero resaltar es que la quimio entre hombres es algo consustancial a la relación entre “ambos”, y que es fundamental a la hora de enfocar muchas veces la propia vida en familia.

Nadie mejor que un “hombre” para entender las reacciones de otro congénere. Es “cosa de hombres” se suele repetir y así es como muchas veces entre “ellos” se entienden mejor.


Así, por ejemplo, en ocasiones el yerno se atreverá a comentar cosas complicadas al suegro, sintiéndose más cómodo, pues piensa que como hombre le entenderá mejor que su esposa (aunque tal vez erróneamente, bien es verdad).


Claro que también y como doble cara de la misma moneda, puede interpretarse que “el uno” puede pensar con acierto lo que por la mente “del otro” puede pasar. Y así por ejemplo, respecto a tentaciones y desviaciones sentimentales / amorosas que pueda tener hacia otra mujer…


Es, sin duda, la principal y mayor preocupación de todo padre respecto al marido de “su” hija: que le sea fiel.No hay mayor dolor y sufrimiento para la mujer que la infiedilidad conyugal y por extensión el padre no quiere tal dolor para “la niña de sus ojos”…


También se le suele “examinar” al yerno sobre su capacidad laboral, cara al futuro. Y es que ya se sabe el dicho, “las penas ,con pan, son menos” . La seguridad que puede aportar a la familia un cabeza de ella con ganas de esforzarse y cumplir cabalmente en lo laboral es asimismo otro pilar que el suegro valora de gran importancia…


A continuación vienen los consabidos puntos de encuentro posibles: aficiones comunes, ideologías políticas, coincidencia en amores por el mismo equipo de fútbol… Ésto último puede tanto unir como desunir de una manera muy importante ¡de por vida!. No hay solucción final: ó se es del mismo equipo o…


Los gustos culinarios tienen también un papel importante.No hay mayor distanciamiento entre personas cuando a uno le encanta una buena mesa y el otro “pasa” de tal encanto.En torno a una apetitosa comida no sólo se cierran grandes tratos mercantiles, sino que se sellan estrechas amistades y concomitancias vitales, valga la redundancia…

Lo que en la mayoría de los casos une a ambos es la “unión frente a (la) adversaria”: criticar y quejerse de “cómo son ellas” : quisquillosas, exigentes, metomentodo, sabelotodo,siempre todo en orden y lugar; “inaguantables” en suma, tantas veces…


Alrededor de alguna copita y fumando algún que otro cigarrillo, ambas partes (padre e hijo político) suelen superar y resolver rencillas y problemillas del día a día.


Y es que, al final ya se sabe: entre “colegas” se entiende uno mejor…

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