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Cabecera La Hora de la familia

El 6

A modo de introducción, he de confesar que siempre me ha atraído enormemente el tema de los números. La numerología es uno de mis asuntos favoritos de lectura. Como alguien dijo, “todo está en los números”…

El Libro de LOS NÚMEROS de la Biblia contiene, para mí, todo un mundo de sabiduría, filosofía y saber. Lo releo con frecuencia.

En estas fechas cumplo 66 años. El seis es uno de los números (si no el que más), sobre el que mayor  literatura se ha vertido. Número satánico para unos, predilecto para otros.

Para los primeros, en base al texto del APOCALIPSIS (13,18) que señala textualmente que: “El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis”. De ahí, el definir al 666 como número satánico. La “bestia”, como anticristo.

En el lado opuesto, para otros el seis es signo del amor, la responsabilidad, la comprensión. Es un número asociado a la honestidad y fidelidad.

Según estas tesis numerológicas, las personas cuyo número favorito es el seis, tienen un fuerte sentido artístico, equilibrados, comprensivos con los demás, humanitarios, generosos, amantes del hogar y de los asuntos domésticos, prestan ayuda a otros. Son personas de fiar, serias, formales y con sentido de la honradez. También son de trato amable con los demás.

En el lado negativo, obstinados y testarudos, dominantes de la familia y los amigos, entrometidos, egocéntricos y susceptibles de la adulación.

También según para algunos bibliófilos, el 6 es el número más perfecto de los imperfectos ya que le falta 1 para llegar a 7 (el número perfecto, según ellos).

Como se ve, hay opiniones para todos los gustos.

Una de las anécdotas que más me ha llamado la atención sobre el seis, es la referida a que el francés BLAISE PASCAL, inventor de la ruleta y masón confeso, tal vez no estableciese los 36 números al azar puro. La suma de los 36 números da el 666.

Convendremos todos en que la ruleta es un juego que tiene algo de diabólico. La casa siempre gana…

Volviendo a mi cumpleaños, resulta que si sumo los días vividos en los años que celebro, sumados los 16 bisiestos (otra vez el 6 de por medio), me dan exactamente 24.106. En los tres números manejados, 66-16-24.106, qué casualidad, terminación constante en 6.

Lo tengo claro, en la Lotería de Navidad de éste año voy a jugar un décimo acabado en 66…

 

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