Oriol Junqueras, el actual líder de ERC es el prototipo resultante de la decadente situación de nuestra enseñanza. ¡Parece mentira que pueda ser un profesor asociado universitario!…
En una reciente entrevista declara el ínclito sucesor “del” Carod Rovira que “España perderá Cataluña como perdió Cuba y Holanda”. Los conocimientos del profe Junqueras no alcanzan a determinar la diferencia entre unas colonias y una parte del propio territorio español…
A más a más, como dirían en Cataluña, la pérdida de aquellas colonias supuso un enorme y cruel derramamiento de sangre de unos y otros. Supongo que su parangón no irá por esos derroteros…
Y sigue con su “docto” planteamiento político, respecto a una posible coalición con CiU: “Podríamos presentarnos con un programa compartido en el que la independencia fuera el único punto”. Un silogismo muy razonado: a partido único, punto único, sí señor. (¿De qué me suena a mí lo de “partido único”?)…
Sigue. Plantea el corredor del mediterráneo como solución maravillosa para impulsar las economías valenciana, murciana y por supuesto la catalana. Más desconocimiento al canto. Por lo visto debe ignorar, por un lado, que ya existe una autopista que lo cruza de norte a sur y de sur a norte. Y por otra, que hoy en día lo que realmente “se lleva” es el transporte aéreo. El pobrecillo se ha quedado en la era del ferrocarril…
Respecto a la tan caraqueada independencia catalana, suelta dos piedras “preciosas”. En primer lugar piensa que “la independencia de Cataluña es buena para Cataluña, pero también para España”. Pues bien, que les explique a los empresarios catalanes que será bueno para sus empresas “perder” el 80% de sus ventas. Las risotadas se van a oír allende Port Bou por lo menos…
O a los pensionistas de su tierra que la caja de “su” Seguridad Social no va a dar (como no da) para pagar sus pensiones. Los adeptos le van a salir por millones…
Y la traca final. “Insistiremos en nuestro afán independentista y cuando se acabe el recorrido legal, tomaremos la decisión que tengamos que tomar en el momento oportuno”.
Vamos, que como diría Luis Aragonés, “por lo civil, o por lo criminal”.
¡Tremendo, oiga!…
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