“En los ojos de tu madre, serás niño hasta el final”, escribió el gran poeta FOXÁ. Y, sin duda, que el axioma se cumple en esta relación entre suegra y yerno. Para ella, el yerno será siempre eso:”un niño” (grande). Le sabrá pasar por alto más de una…
Además, ya se sabe el dicho: “cuando se casa una hija, se gana un hijo”. En consecuencia, también la suegra le tendrá en tal consideración. Un nuevo hijo, uno más en la familia. Y se esmerará en complacerle, sobre todo en sus gustos culinarios. Quien no ha dicho alguna vez: ”¡qué bien hace las croquetas tu madre!, ¡“como las tortillas de patatas de tu madre, ninguna!…
El yerno , si quiere ganar puntos, deberá ser paciente y comprensivo. Paciente porque muchas veces “ella”, aún actuando de buena fe, puede pasarse un pelín. En su afán (materno) de ayudar, de echar una mano, de aportar su experiencia y consejos.
La prueba del nueve viene normalmente cuando los críos están malitos. ”Él” se quedará muy tranquilo si viene la abuela a cuidarlos, o no digamos si se le llevan a su casa y allí tienen la mejor de las cuidadoras del mundo. Tranquilidad absoluta… Una suegra como Dios manda, procurará saber cuando “estorba”. La intimidad de la pareja debe ser sagrada. Y con la confianza que en toda familia debe darse, pues tal vez pueda llegar un momento en que con delicadeza y buenos modos haya que llegarle a decir: “no gracias, preferimos ir (o estar) sólos”…
Seguro que sabrá hacerse cargo y comprenderlo adecuadamente. Su amor hacia su hija y nietos le ayudarán a pasar el mal trago de no poder ir (o estar). Aunque lo esté deseando con todas sus fuerzas. Le podrá el cariño y sabrá “sacrificarse”, sin duda.
Una de las cosas que el yerno deberá evitar a toda costa es que por su causa pueda producirse una situacion de discusión entre suegro y suegra. ¡Estará perdido!.Y no saldrá bien del embrollo ,¡seguro!. Deberá tener mucha mano izquierda, ceder diplomáticamente en su opinión o deseo y conseguir que “ellos” no discutan jamás por su causa. Será el gran secreto el éxito de la deseada y deseable convivencia familiar en paz…
Podríamos resumir: por parte de la suegra, mucha mesura en no meterse donde/cuando no le llamen. Siempre dispuesta y disponible, pero sin pasarse…
Por parte del yerno, mucha mano izquierda y mucha vaselina para suavizar las situaciones tensas que a lo largo de la vida se plantean inevitablemente. Me permito sugerirles una práctica idea: “las opiniones se proponen, no se imponen”…
(¡Suerte!)…