Excepto un breve período en los años 60, cuando estaba haciendo el Servicio Militar, he trabajado duro desde que tenía 18. Trabajé 50 horas a la semana, y no llamé a nadie para decir que estaba enfermo en más de 40 años. Tuve un salario razonable, pero no heredé mi trabajo o mis ingresos, y he trabajado muy duro para llegar a donde estoy.
Teniendo en cuenta la economía, parece que la jubilación no es mala idea y estoy cansado. Muy cansado.
Estoy cansado de que me digan que tengo que “repartir la riqueza” a las personas que no tienen mi ética de trabajo.
Estoy cansado de escuchar que el Gobierno tomará el dinero que gano, por la fuerza si es necesario, para dárselo a gente demasiado perezosa para ganarlo con su propio esfuerzo.
Estoy cansado de que 3 de cada 4 euros recaudados se destinen a pagar políticos, “liberados”, asesores, paniaguados y demás pesebreros; mientras CARITAS, UNICEF, CRUZ ROJA Y MANOS UNIDAS sólo se mantienen gracias a las aportaciones voluntarias de sus fieles.
Estoy cansado de que me digan que el Islam es una “religión de paz”, cuando todos los días puedo leer decenas de historias de hombres musulmanes que matan a sus hermanas, esposas e hijas por el “honor” de la familia; de asesinatos a cristianos porque no son “creyentes”; de musulmanes lapidando a pedradas a adolescentes víctimas de violación; de muertes por “adulterio”; de musulmanes mutilando los genitales de las niñas. Todo en nombre de Alá, porque el Corán y la Sharya se lo indica.
Estoy cansado de que me digan que debo bajar mi nivel de vida para luchar contra el calentamiento mundial, a pesar que a nadie se le permitió debatir ni opinar al respecto.Y del “invierno demográfico”, que significa un gravísimo peligro para el futuro de la propia humanidad y por ende del sostenimiento de las pensiones.
Estoy cansado de que me digan que los adictos a las drogas tienen una enfermedad, y que yo debo ayudar a apoyarlos y tratarlos, y pagar por el daño que hacen. ¿Fue esto causado por un germen gigante que salió corriendo de un callejón oscuro, y los agarró, y les hizo meterse ese polvo blanco dentro de sus narices o introducirse una aguja en su brazo, mientras trataban de combatir al germen?.
Estoy cansado de escuchar a ricos deportistas, artistas y políticos de todas partes hablando de errores inocentes, errores estúpidos o errores juveniles, cuando todos sabemos que piensan que su único error fue ser “pillado con el carrito del helado”.
Estoy cansado de la gente con un sentido del derecho y la justicia interesado y torticero. Estoy cansado de oír paridas como la de que “la Ley está por encima de la moral” y así dictar sentencias de una inmoralidad repugnante.
Estoy cansado de ver y oír lo “orgullosos” que algunos se sienten de ser homosexuales o lesbianas y ser motivo de mofa los abnegados y heroicos padres y madres de familias numerosas.
Estoy cansado de oír maldecir a españoles su condición de tales y estar deseando dejar de serlo.
Estoy cansado de ser tildado de “facha” por defender una Patria (ESPAÑA), una bandera (ROJIGUALDA), una religión ( CATÓLICA) y una familia (HOMBRE, MUJER Y DESCENDENCIA).
Estoy realmente cansado de que la gente no asuma responsabilidad por sus vidas y sus acciones. Estoy cansado de escucharlos culpar al Gobierno, o a otros de sus problemas. Nunca asumiendo las propias responsabilidades y errores.
Estoy cansado de que me suban hasta límites intolerables el IVA, la luz, el teléfono, el agua, el gas, el billete del metro, el del autobús, el IRPF, el aparcamiento, la gasolina, los peajes, los medicamentos. Y los pensionistas pierdan poder adquisitivo a marchas forzadas.
Estoy cansado de pagar (adelantar) IVA por facturas que ni he cobrado ni cobraré jamás. Aunque sea la propia Administración la morosa y me busque la ruina por ello.
También estoy cansado y harto de ver a hombres y mujeres jóvenes (y no tan jóvenes) llenarse de tatuajes la cara, los brazos, las piernas y todo el resto del cuerpo y rellenarse de hierros, con lo que ellos mismos logran quedarse sin un empleo y así tener motivo para reclamarle dinero al Gobierno. En plan indignado o algo así.
Sí, estoy malditamente cansado.
Pero, también estoy contento de tener 65. Porque, mayormente, no voy a tener mucho tiempo para ver el mundo que estas personas están (des) haciendo.
Lo lamento por mis nietos y sus hijos. Gracias a Dios que estoy en el camino de salida y no en el de entrada…