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Cuestión de comunicación

Yo creo que el primer problema es el uso de los medios de comunicación modernos, que nos llevan a una deshumanización de la comunicación. Esos terribles mensajes de los móviles en idiomas indescifrables y que parecen más bien comunicados de espías…


Tampoco el mail queda exento de culpa. Pierde el calor humano que toda comunicación debe conllevar. Y lo mismo el teléfono. Así pues, volvamos y busquemos la  comunicación oral, persona a persona, que esa sí que llega y cala.


Pero lo primero que tenemos que buscar, en un ejercicio de voluntad común es encontrar tiempo. Buscarlo. No es cierto eso de que no hay tiempo para nada. Si de verdad se quiere, se encuentra. Pongamos como ejemplos dos que no van a resultarnos especialmente difíciles. El primero, una buena tertulia después de la cena, aunque sea breve (lo bueno, si breve, dos veces bueno). El otro momento sería el de la comida fin de semana (domingo ó mejor sábado y domingo).


Una de las pautas que los que saben de comunicación dicen que hay que hacer es escuchar al otro. ¿Lo hacemos normalmente? Porque, seamos sinceros, qué difícil es escuchar muchas veces a los jóvenes. ”No hay quien los entienda”, ”hablan otro idioma”, se suele decir. Y no es verdad. Sucede muchas veces que queremos oír otras cosas de las que nos dicen. Y habrá que hacer un esfuerzo por entenderles, es verdad, pero eso es parte de la comunicación, saber oír, saber escuchar…


Qué frase más profunda la de la esposa que te recibe diciendo ”llevo todo el día esperándote”.Y qué tremenda contestación aquella de ”ahora no, que estoy cansado”. Y ella, ¿no lo estará? Seguramente tanto ó más. ¿Entonces? Entonces lo que falta es una buena dosis de generosidad, otro elemento fundamental (y no sólo para una buena comunicación, para muchas cosas más)..


Termino haciendo una llamada al tono distendido, con dosis de buen humor, tan necesarios en nuestra vida comunicativa, pues si no, es probable que aquello acabe en discusión ó algo parecido. Y así habremos combinado los  elementos que considero fundamentales para atajar el problema de la incomunicación, aparte de la voluntad de querer hacerlo, como son la generosidad y el buen talante.

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