Mi querida (y primera) nieta:
Ante todo, bienvenida a este maravilloso Mundo y felicidades por el precioso nombre que te han puesto. Así se llamó la mujer más extraordinaria que ha existido, y ése nombre se extiende por todas las Naciones. Es universal, a tono con ella.
También te doy la enhorabuena por haber nacido teniendo Papá y Mamá. Algunos pobrecitos niños no tienen tanta suerte al nacer. Y para completar la felicidad, Dios ha querido que estés sana y seas preciosa. Lo tienes todo…
Volviendo a aquella maravillosa Madre que te da nombre, he de decirte que tiene un niño que va a ser tu primer (y mejor) amigo. Se llama Jesús y ya verás cuando le conozcas, es un encanto. Siempre estará dispuesto a jugar contigo y como mejor amigo, podrás confiarle todos tus secretos, penas y alegrías, y si quieres algún consejo, pídeselo y verás qué buenos te los da! Es guay!. Él te irá diciendo (por experiencia) lo mejor que debes ir haciendo en cada día con Mamá y Papá para que estén siempre muy contentos con tu comportamiento.
Dentro de unos años, te empezarán a llevar con otros peques para que empieces a jugar con ellos mientras aprendes muchas cosas. Habrá niñas (como tú) y niños (esos bichejos que tienen cinco extremidades en lugar de cuatro), pero no les temas, son majos. Eso sí, un poco brutotes a veces, pero no pasan de ahí: se les va la fuerza por la boca. Vosotras (las de cuatro extremidades) les ganáis con algo que tenéis dentro de vuestras preciosas cabecitas. Bueno, todo esto te lo cuento para que lo tengas en cuenta en su momento. Ya lo entenderás mejor entonces…
Poco a poco irás conociendo lo bonito que es todo esto. Disfruta de ello y procura también enseñar siempre esas maravillosas perlitas que tienes en la boquita (se llama sonrisa): te abrirá muchas puertas y harás muy felices a los demás (se llama Amor). Y si alguna vez notas que te escuecen un poquito los ojitos y te brotan unas gotitas (se llama llanto), no temas: es una parte del Amor. Señal de que es muy grande y profundo (y eso es lo bueno). Enseguida pasa, y vuelves a asomar las perlitas para que todos se alegren…
Y por fin, cuando seas ya tan grandota como Mamá, pues la imitas y junto con uno de esos de “las cinco”, traéis niños y niñas para que sigan siendo felices y hagan serlo a los demás…
También dentro de poco vendrán otros (hermanitos) a convivir contigo en casa. Sé generosa con ellos y déjales jugar con tus juguetes. Y ten muy en cuenta que harán lo que te vean hacer a ti. Serás su ejemplo a seguir. No les falles nunca…
Cuando Mamá y Papá no estén por cualquier motivo, siempre nos tendrás a la Abuela y a mí. Pídenos lo que quieras, pero eso sí, no nos pidas nunca algo que ellos te hayan dicho que no, porque nosotros te diremos lo mismo, mi amor.
Con todo cariño, de tu abuelo que te quiere mucho, mucho, mucho…
