A 144 horas de acabar el 2012, parece obligado pasar revista al primer año de Rajoy al frente del Gobierno.
Como acontecimiento más relevante, el haberse batido todos los records electorales. Nada menos que ¡CINCO! citas ante las urnas. Todas ellas con un denominador común: adelantadas sobre su calendario previsto.
Y considerando que: FEIJOO sabía de antemano que iba a revalidar su mayoría absoluta, LOPEZ que iba a perderlas, CASCOS que también y MÁS que no iba a obtener mejor resultado, pues todo ello me lleva a pensar que lo que habían descubierto era una nueva forma de “trincar”.
(Lo de GRIÑÁN merece capítulo aparte. Como buen “trilero” político, jugó a dos bandas: una, aplazar las elecciones para “pillar” unos meses más de ingresos y otra, jugar con la ventaja del previsible desgaste del Gobierno del PP ante sus primeras medidas de ajuste, como así terminó ocurriendo. ¡Ay si su padre, antiguo jefe de la Guardia de Franco, levantara la cabeza!)…
Cada cita electoral supone un pastón: tanto por voto, tanto por escaño, tanto para la campaña (Gürtel), etc etc. Así que nada de esperar a cuatro años reglamentarios para volver a “pillar”. Se adelantan a dos y así se pilla el doble. Sencillo y fácil…
El siguiente tema en importancia es el de los incumplimientos. Podríamos llenar hojas y hojas. Pero si tengo que quedarme con uno (el más importante para mí), el del aborto. Nada de cambios. Nada de nada a favor de su abolición legal. Con el masón GALLARDÓN al frente, lo más que se puede aspirar es a comunicar previamente a los padres de las menores que van a abortar (asesinar). ¡Y tutti contentti!…
Parafraseando a los hermanos Marx (“más madera”), sigo: “más masonería”. De crucifijos en lugares públicos, nada de nada. A este paso, van a hacer bueno el dicho de Azaña: “España ha dejado de ser católica”. En ello están (por desgracia)…
Y del aberrante “matrimonio” entre homosexuales, para qué hablar. Claro que con OYARZABAL, ALONSO, VILLANUEVA & cía. al frente, qué se puede esperar. Pues otra jugadita masónica (para variar): no se cambia el Constitucional y a esperar la consabida sentencia a su favor para clamar como los niños en el cole: “yo no he sido, yo no he sido”…
Y hablando del Constitucional (caduco), ahí siguen viéndose los maravillosos resultados de sus abracalabrantes sentencias. El Ayuntamiento de San Sebastián otorgando medallas de oro a fundadores de ETA y el At. de Bilbao y la Real Sociedad jugando partidos benéficos a favor de sus presos. El delito de “exaltación del terrorismo” ha pasado a mejor vida…
De cuestiones económicas, otro sufrimiento. En casa nos ha pillado el toro pero bien. Mi mujer, profesional sanitaria y yo, jubilado. Total, una extra menos, un IRPF más, un bajarle el sueldo otro 5% y para el abuelito, ¡1%! de subida. ¡Subidón, subidón!…
De derogar la Ley anti tabaco, naranjas de la China. Recuerdo cómo día tras día se oponían los del PP a la nefasta ley zapateril que prohibía, aún en contra de aquella premisa progre del “prohibido prohibir”. Pero nada, a seguir fumando en el exterior, aún a costa de coger resfriados. ¡Viva España!…
Los sindicatos, patronales y partidos políticos, ¡bien, gracias!. Un 20% de recortillo para cubrir las apariencias y vale; eso sí, con 15.000 coches oficiales (frente a los 1.500 en USA), 400.000 asesores, cientos de diputados, consejeros, viceconsejeros, directores y subdirectores generales, miles de concejales y ¡hala, a seguir viviendo, (del cuento) que son dos días!…
Los idiomas, también bien, gracias. El castellano para Castilla y el Senado siguiendo con sus traductores para que se entiendan entre sí los andaluces, ( por ejemplo, MONTILLA y CHAVES…).
Y para finalizar, ¡viva Cartagena!. Todos independientes. Se acabó la dependencia: la sanitaria y la política…
Como único consuelo me queda mi querido Atlético de Madrid en uno de sus años gloriosos. Claro que ya es sabido que poco dura la alegría en casa del pobre. En Junio se nos irá “el tigre”. Y, una vez más, volver a empezar. En fin, que me quiten “lo bailao”…
Quiero acabar con un rayo de esperanza alegre. De todo corazón, ¡FELIZ 2012+1!, mis amables lectores.
(Peor, imposible)…
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