Continuando con la mini serie que comencé en mi anterior post, acerca de las relaciones familiares intra generacionales, le toca el turno a la que se vive entre suegro y nuera, primera en que como elemento diferencial se trata de sexos opuestos, lo cual sin duda marca tal relación de una manera importante.
Me atrevo a pensar que es una relación basada fundamentalmente en la “dulzura” (del suegro hacia la nuera) y el “respeto” (de ella hacia él). Esto en términos generales, naturalmente.
Otro elemento importante es el hecho de que “él” tenga alguna hija ó no, igual que “ella” si tiene o no padre (vivo). Las comparativas (aunque ya se sabe, sean siempre odiosas) son inevitables. Y a su vez para bien o para mal. Me explico.
Si el suegro ve algunos elementos en el comportamiento de ella que no tiene (y su hija sí),entónces la derivada irá en negativo…Y si por el contrario, respecto a “él”, pues más de lo mismo. Naturalmente, si invertimos los términos (tienen comportamientos de mejora sobre los de “los suyos”) entonces el resultado irá hacia una mayor/mejor valoración respectivamente…
La “dulzura” (del suegro hacia la nuera) a que hago referencia, viene determinada por dos elementos: la edad y el sexo.Y siempre conllevará una relación agradable y de buen rollo, como dicen los chavales. Se hacen más difíciles los desencuentros y los roces.
“Él” siempre la mirará como si fuera su hija (dulcemente) y ella como si fuera su padre (con respeto)…
Hay algo que también marca mucho el propio día a día de la vida en familia.Y es cuando la nuera le hace al suegro abuelo por primera vez. Él sabe valorar debidamente la importancia de la madre en la concepción de los hijos. Y en conseuencia, su agradecimiento es mayor hacia ella, aunque el padre de la criatura sea su propio hijo. Si “ella” no hubiera asentido (desde el primer momento), no hubiera habido nacimiento de ésos nietos que tanta alegría y placer producen en los abuelos…
Otra de las circunstancias que suelen producirse es en aquellos momentos de posibles discusiones entre la pareja (hijo y nuera). No se muy bien el por qué, pero el hecho es que mayoritariamente el suegro se pone a favor de la nuera (aún yendo en contra de su propio hijo). Seguramente el mencionado elemento de la dulzura sale a relucir con una fuerza inmensa. Tal vez sea eso…
En resumen. La relación entre suegro y nuera suele ser agradable, positiva y de estupendos resultados en el devenir de la vida en familia…
