Ahora que tan de moda está el manifestarse como “indignado”, me sumo a la fiesta y muestro mi total indignación por la última (de momento) actuación dineraria de la Ministra Pajín, que seguramente comulgando con el famoso dicho de su colega Calvo, lleva al extremo aquello de que como el dinero público no es de nadie, pues hago con él lo que me da la gana…
La última como digo, tiene una costo casi simbólico: 9.420.740 euros (repito en letras: casi NUEVE MILLONES Y MEDIO DE EUROS).Nada, una calderilla.¿Motivo y finalidad?. Pues coincidiendo con el Año Mundial del Voluntariado, se siente generosa y subvenciona dadivosamente. Y como la sanidad está transferida a las autonomías,pues se gasta la pasta en el resto de áreas de su Ministerio: asuntos sociales e igualdad.
Lo primero que me ha llamado poderosamente la atención son las cantidades:
5.759.310 para Servicios Sociales.485.600 para familias e infancia y 3.165.830 para voluntariado
Nada de cifras redondas. Ajustadas al céntimo,casi. Es decir, tienen toda la pinta de estar de antemano adjudicadas las subvenciones.Ya se sabe “exactamente” lo que cada ONG va a pedir…
A continuación también tiene guasa la finalidad de tan generosas subvenciones.Resulta que no son para otra cosa que para remozar las sedes sociales de las ONG´s que están en tales fines.Es decir, otro “plan E” cualquiera…
Evito hacer comentarios sobre cómo se suelen gastar el dinero de las subvenciones recibidas muchas de estas ONG´s. Lamentables y famosas noticias han saltado a los medios de cómo viajan por el mundo (a gastos pagados,naturalmente)…
Como se puede deducir, el monto destinado a familias, es sensiblemente inferior.De nuevo una muestra más del lugar preferente que ocupan las políticas pro familia en su agenda.Y lo de familias, naturalmente en plural (toda clase de familias, no se vaya a equivocar el contribuyente y pensar que sólo hay un tipo de…).
Y finalmente, las ONG´s que soliciten ayudas para reformas de sus sedes, si el importe por cada partida solicitada no supera los 30.000 euros por acción, no les hará falta haber pedido previamente tres presupuestos, como mandan los cánones.¡ Quiá!, las podrán contratar directamente. A los “amiguetes”, vamos.
Ya me veo al responsable de la ONG de turno diciéndole a la empresa adjudicataria (amiguete): “me haces no una factura de 300.000 euros (por ejemplo), sino diez de chapucillas de a 30.000 cada una”…
¡Qué País!…
