Con la llegada del PP al Gobierno, ha comenzado el anuncio de “barrido” de normas legales aprobadas por los anteriores Gobiernos de Rodríguez Zapatero. Como casi siempre, la “derecha temerosa” no se atreve, al parecer, a hacer barridos totales. Vamos por partes…
En primer término, anuncia el Ministro Gallardón que va a aprobarse una nueva Ley del Aborto. No su eliminación, como desea la mayoría de su electorado (y muchos de los votantes del PSOE), sino que según su criterio el único problema es el de la autorización a las menores por parte de los padres (que sí se va a exigir).
Bajo mi punto de vista, es algo así como que con autorización de los padres se pudiera robar, asaltar, mentir, etc. etc. Y por otra parte, continúa sin tenerse en cuenta el derecho del PADRE. Sólo hay, según algunos, dos sujetos en el asunto: la madre y el hijo. El padre no pinta nada. ¿Por qué no exigir la autorización paterna para abortar? En el peor de los casos, más de un aborto se evitaría…
Muy llamativa me resulta la intervención de la diputada socialista Carmen Montón: “Volvemos a la España que legisla por razones morales”. ¡Toma ya!. No sé si la entiendo bien, pero me da la sensación de que su máxima es que se legisle por razones “amorales” o algo así…
A continuación sale a la palestra el ministro de Educación y anuncia que la controvertida asignatura de la Educación para la Ciudadanía va a… cambiar de nombre. Simplemente. Pasará a denominarse Educación Cívica y Constitucional. Del contenido, como diría su jefe de filas, “ya se verá”…
Pues mire usted, mi señor ministro (“uno de los vuestros”, según declaró a una importante y nutrida representación de “zejudos”): la cuestión, para muchos (de sus votantes, no lo olvide) es que no hay que “adoctrinar” en la Escuela. La educación ciudadana y personal se debe impartir en la FAMILIA. En casa, como se suele decir…
También le ha llegado la barrida al (mal) llamado matrimonio entre personas del mismo sexo. Aunque eso sí, respetando, dicen los portavoces gubernamentales, la igualdad constitucional de todos ante la ley. Es decir, “más de los mismo”, aunque con cambio de palabras…
Y para que no quede ninguna duda, Gallardón aclara su “opinión personal” a su favor. Es decir, una cosa es la “opinión del PP” y otra la suya propia. ¡Acabáramos!…
Reconforta que ante este preocupante panorama, la Comisión Europea (sin miedos ni complejines) ha prohibido la promulgación de leyes que amparen la eutanasia, y que era una de las propuestas que el PSOE había presentado con carácter de “urgencia”.
Menos mal. Algo es algo…
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