En la reciente campaña electoral que ha finalizado (¡ya era hora!), hay un tema que apenas han tocado los políticos y yo creo que es el Gran Problema (con mayúsculas): el de la Vivienda.
¿Por qué ninguno lo ha querido tocar? Muy sencillo: todos juegan a lo mismo:plusvalías. Ayuntamientos, Comunidades, etc.,lo que les supone su mayor fuente de ingresos con los que pagar sus copiosas nóminas…
Los españoles somos diferentes, de eso no me ha cabido nunca ninguna duda. Según los economistas más expertos, no hay que dedicar más de un 25% de los ingresos al gasto en vivienda. ¿Cuánto gastamos nosotros de media? Que cada cual haga sus cuentas (que nunca cuadran, claro está). Pongamos un ejemplo que puede valer para la mayoría.
Hablamos de una pareja joven, con trabajo los dos (que ya es decir) y un sueldo sumados ambos de 2.000 euros (son ”mileuristas”, no hace falta aclararlo).Se proponen comprar una vivienda de 300.000 euros (barata, barata, como diría un morito). Y como tienen una mentalidad heroica, se tiran cinco años sin ir al cine, ni de copas, nada de viajes, mínimos gastos en suma, para llegar a ahorrar el 20% de entrada (60.000 euros).
Y ya tienen las llaves. Les restan 24.000 que es por lo que formalizan la hipoteca. Euribor arriba, euribor abajo, la cosa se les pone en 1.200 euros al mes durante un ”corto tiempo” de treinta años. Es decir, que les quedan 800 euros/mes, aunque no es del todo cierto: hay que incluir gastos de Comunidad, luz, agua, gas, teléfono, etc. Como ya digo, son muy hormiguitas, pero aún así, esos gastos no les bajan de 150 euros mensuales.
Conclusión: disponen de 650 euros para comer, vestirse, el bono-bus, lo que, también en plan hormiga no va a bajar de 400 euros. Y con los 250 que les restan (no hay para vacaciones, ni cine, ni copas, ni gaitas), deciden tener un hijo. La guardería + los pañales+ los biberones + los trajecitos + + + + etc., etc…
Conclusión: siguiendo el ejemplo francés, hay que LIBERALIZAR el suelo: Sólo ello supone una reducción del 50% del costo de la vivienda (”repercusión”).
La pena es que ya ha acabado la campaña electoral…
¡Familias al poder!
