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Cabecera Me Viene A La Memoria

30 AÑOS SIN LA MITAD DE LOS CARPENTERS

El placer de recordar nada tiene que ver con la nostalgia. Podemos tener recuerdos agradables, pero considero que nunca debemos dejarnos arrastrar por situaciones que lleven a la nostalgia ya que, por mucho que nos empeñemos, el recuerdo, cualquiera que sean sus características, nunca se hará realidad de nuevo. No obstante, hay momentos en que el recordar nos aproxima bastante al momento nostálgico hasta casi hacernos caer en él. Un primer amor, por ejemplo, un primer beso, una determinada situación, una cierta canción o algo que sin saber porqué nos conmueve más que otros aspectos similares. Por lo que a mí respecta estos momentos casi siempre van acompañados de música con la que me siento especialmente sensibilizado. Coplas españolas apasionadas, flamenco desgarrado, la delicadeza de una balada, el ritmo contagioso de la salsa, el ímpetu del rock, la gran orquesta traduciendo a sonido lo que un compositor  escribió en papel pautado, el virtuosismo de un intérprete con un instrumento solista… todo ello relacionado con algo colateral que, pasado el tiempo, trae a nuestra mente el recuerdo. Tengo, ya digo, muchos  de estos momentos en mi pensamiento y de vez en cuando afloran. Inesperadamente en unos casos y motivados por algún acontecimiento paralelo o mnemotécnico en otros.
 
Las nuevas generaciones es muy posible que no sepan a quién me refiero al mencionar a Los Carpenter, pero para los del club de Mayormente no son ningunos desconocidos, por razones de compartimiento en las edades, ya que el nacimiento de los dos hermano coincide  mayoritariamente con los nuestros, lustro arriba o abajo, que no se trata de ser exactos.
 
Richard Carpenter llegó al mundo en 1946 y su hermana Karen en 1950. Sexagenarios ambos en la actualidad con la diferencia de que Richard lo cuenta, algo que no puede hacer su hermana, la voz solista del que fue uno de los grupos, dúo si se prefiere, más destacados y de mayor impacto a finales de los 60 y hasta comienzos de los 80. Poco más de 10 años de arrolladora popularidad iniciada con un tema imposible de olvidar: “Close to You” que ahora y siempre apetece escuchar.
 
http://www.youtube.com/watch?v=6inwzOooXRU
 
Poner más delicadeza y sensibilidad en la interpretación es poco menos que imposible. Canción, como pocas, apta para el enamoramiento y para su continuidad; canción típica de referencia de un primer encuentro; canción de guateque dominical a última hora de la tarde; canción de mandar callar a todo el mundo si sonaba por el receptor de radio; canción de las que nunca mueren. Por otra parte la más significativa de la pareja de hermanos Carpenter y con la que iniciaron la sucesión de éxitos con que se mantuvieron los 14 años que pertenecieron al mundo de la música profesional.
 
Intentaron su acercamiento a ella en dos ocasiones en forma de grupo con amigos y con compañeros de la universidad. Ni como “Richard Carpenter Trio” ni como “Spectrum” obtuvieron ningún resultado positivo a sus aspiraciones profesionales. Como mucho un contrato con la RCA donde grabaron algunas pistas sin que llegaran a convertirse en discos ya que la compañía no apreció  futuro comercial.
 
El éxito, no obstante, es para quien lo persigue. Los hermanos Carpenter lo persiguieron e inundaron de cintas con algunas muestras grabadas las compañías discográficas. En una de ellas, A&M Records, uno de sus fundadores, el exitoso trompetista Herb Alpert, apenas necesitó de unos segundos para detectar el talento que los dos hermanos aportaban, por lo que decidió su contratación que se materializó el 22 de abril de 1969. Podemos hacer un alto en el relato y ya que le hemos citado, escuchar a Herb Alpert, que siempre es agradable además de antídoto contra el decaimiento.
 
http://www.youtube.com/watch?v=8iDCPCfh_kw
 
Su primer álbum contenía en su casi totalidad canciones propias, con una excepción, una especie de homenaje a Los Beatles con una reposada versión de “Ticket to Ride”, muy alejada, ritmicamente, de como la concibieron Lennon y MacKartney.


http://www.youtube.com/watch?v=coKPB5l0Wqs


El disco no funcionó todo lo bien que hubieran querido los hermanos y mucho menos la discográfica, que se llegó a plantear sus dudas sobre la continuidad de los Carpenters. Consideraban algunos de sus miembros ejecutivos que en plena época del rock and roll y el amor libre no podía interesar una música tan diferente a la del momento como la que hacían los recientemente contratados. Herp Alpert, que desde el primer momento apostó por ellos como ganadores al intuir sus posibilidades, fue más generoso que sus compañeros y les facilitó una nueva oportunidad. Una oportunidad, en 1970, titulada “Close To You”. En un breve espacio de tiempo desde su parición en el mercado, se convirtió en el número 1 de ventas, según el ranking del Billboard en el que se mantuvo durante varias semanas en las que las emisoras de radio la programaban constantemente, para agrado de toda la audiencia.


A partir de esa confirmación popular se sucedieron los contratos, las apariciones televisivas, centenares de conciertos en directo, prensa, premios, etc. como correspondía a unos de los artistas de mayor éxito de la década de los 70 en los Estados Unidos. Richard al piano y haciendo coros y Karen ante su batería y poniendo la voz solista convirtieron en éxito una canción tras otra.


El éxito nunca es gratis y pasa sus facturas. En el caso de los Carpenters afectando por agotamiento y estrés la salud de Karen, hasta tal punto que el dúo hubo de suspender una gira por Europa y Japón. Incluso muchos medios creyeron ver un posible cáncer, aunque el rumor fue rechazado. Karen hubo de ser hospitalizada para guardar reposo con lo que el ritmo de hasta 200 actuaciones en directo al año quedo muy reducido. La situación no se prolongó demasiado ya que dos meses más tarde, los hermanos Carpenters volvían a los escenarios, incluso con la participación de un nuevo manager que le diera un nuevo impulso a su carrera. Posiblemente una nueva equivocación al no contar con el factor salud, cuya deficiencia también afectó a Richard. Se hizo adicto a unas determinadas pastillas para conciliar el sueño y su abuso le produjo el efecto contrario. Su dependencia le alteró el sistema nervioso por lo que llegó un momento que se vio imposibilitado para tocar el piano debido al temblor incontrolable de sus manos. En 1978 decidió que su continuidad ante el teclado era imposible, por lo que el dúo canceló todos sus compromisos para someterse a atención médica. No volvieron a realizar ninguna otra actuación en vivo.
Karen, a la que su hermano recomendó someterse, igual que él, a vigilancia médica, lejos de las presiones de que estaban rodeados, intentó rizar aún más el rizo tratando de ocupar el año sabático al que su hermano se sometía, con la grabación de un nuevo disco con ella sola ante el peligro.

La sugerencia de la discográfica entusiasmó a Karen que, a sus 29 años, se entregó en cuerpo y alma al proyecto. En primer lugar se instaló en Nueva York donde residía su productor Phil Ramone, que también lo era de todos los grandes nombres de la música ligera americana del momento: Ray Charles, Bob Dylan, Carole King, Aretha Franklin, Elton Hohn, Frank Sinatra, Liza Minnelli y un amplio etcétera. (Ramone falleció el pasado 30 de marzo víctima de un aneurisma cerebral)
Karen grabó varios temas dejando todo el material preparado para lanzar “su” disco al mercado. Pero las cosas no rodaron bien. Tanto los directivos de A&M como su propio hermanos  consideraron que el material no era el más apropiado a pesar del gran esfuerzo realizado por la intérprete y por el equipo de producción y de los elogios que otras personalidades de la música le dedicaron. Muchas opiniones mantenidas hoy en día apuntan al temor de Richard Carpenter y la propia compañía a que la nueva solista eclipsara o anulara la reaparición de los Carpenters. Por supuesto, ella negó esa intención a la vez que acusó el impacto que la negativa a su independencia produjo en su ánimo, afectando fuertemente a anorexia que venía padeciendo y cuyos estragos cada vez eran más visibles.


Si no recuperados totalmente, sí al menos en apariencia, los hermanos volvieron a los estudios de grabación logrando nuevos impactos como lo fue “Touch Me When We’re Dancing”, extraído del  álbum “Made in America”, que una vez más les colocó en el Top 20 del Billboard. 


http://www.youtube.com/watch?v=M_vIhByz9aI


El fracaso de su proyecto independentista y el de un matrimonio con unos pocos meses de validez vuelven a hundir a Karen que se ve obligada a recurrir nuevamente a los médicos ya que ella misma teme por su vida. Se somete a los cuidados de une especialista en anorexia nerviosa sin que la recuperación sea lo suficientemente exitosa. Es alimentada intravenosamente en el hospital al que es trasladada de urgencia. Recupera algo de peso y llega a ser dada de alta bajo el compromiso de no tomar laxantes y alimentarse apropiadamente. En 1982, retoma su quehacer habitual nuevamente en Los Ángeles donde recupera la compañía de su hermano y sus padres. Pasadas las navidades, junto a su familia, Karen se dispone a solucionar la situación de su divorcio. Un día, en casa de sus padres, acusa un fuerte cansancio que la obliga a quedarse en ella a pasar la noche. En la mañana del 4 de febrero, fecha convenida con su abogado para firmar la petición de divorcio, Karen Carpenter, tras permanecer unos instantes en la cocina para preparar una cafetera, regresa a su habitación donde su madre la encuentra inconsciente. Media hora después un médico certificaría su defunción. Fue en 1983, hace 30 años.

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