Por mucha que sea nuestra memoria y se remonte a fechas en las que parece imposible penetrar dada su distancia, hay ocasiones en que acceder a un determinado momento es imposible debido a que esa distancia supera nuestra capacidad recordatoria por simples razones de edad. Vamos, que si la cosa ocurrió hace seis décadas (pongamos por caso) por algún pliegue de nuestro cerebro podemos llegar al recuerdo, pero si lo sucedido supera con mucho ese tope y llega a los 100 años, el recuerdo, como tal, no es posible porque no lo vivimos; no estábamos allí. Puede serlo desde lo aprendido, como sabemos de nuestra historia sin más referencia que la de sus narradores.
Puestos así, todos sabemos de la existencia y el quehacer de Mary Santpere, con quien hasta hace poco más de 20 años pasamos agradable momentos guiados por su humor. Un humor que, de alguna forma, aunque no tenga ninguna gracia, casi desarrolló hasta el último momento de su vida al dejar de existir a bordo de un avión, en pleno vuelo. Al borde de alcanzar la condición de octogenaria. Una muerte sin ningún tipo de premonición, sin aviso, como buscando un gag que dedicar al público.
En este mes de septiembre se conmemora el centenario de la actriz cómica a quien todavía nos parece ver con su gran temperamento, su voluminosa voz, su marcado acento catalán, su expresividad y su gran presencia física y humana. Únicamente preocupada por hacer reír, sin ningún miedo al ridículo ni al qué dirán. Bien desde el personaje encomendado por los guionistas o desde sus propias creaciones. Fue una mujer que vivió por y para el humor en una profesión donde o abundan las mujeres. Hay actrices, sí, que desempeñan papeles humorísticos si es el que les corresponde desempeñar en un reparto teatral o cinematográfico. Digamos que la mayoría y excluyamos de esa capacidad interpretativa a Pilar Barden que siempre se manifiesta de mal humor.
Están, por otra parte, las monologuistas, algo que tanto en ellos como en ellas se ha puesto de moda, supongo que con el propósito de buscar lo más económico para la creación del espectáculo. En esta especialidad ocurre que de una manera mayoritaria, los que se dedican a ella provocan mucho más aburrimiento que sonrisas. Para evitarlo, existen los asiduos a los monólogos a quienes atrae sobremanera el insulto a una parte del espectro político o la connotación erótico/festiva que ni de casualidad se aproxima a cualquier chiste de la misma índole contado en una taberna. De humor, como tal, con toda la carga de inteligencia y sutileza que ello conlleva, nada de nada. De ordinariez y mal gusto, todo cuanto se quiera y más. Es lástima, pero es lo que se lleva. Lo mismo algún día se culturiza nuestra sociedad, porque al final, todo es cuestión de cultura.
En esto del humor por sí mismo, no abundan representantes del género femenino. Ni ahora ni antes. Entre las excepciones estaba (su nombre me viene a la memoria. Como reza el título de este blog) Luisita Esteso a la que escuchábamos de vez en cuando en alguna emisora de radio cantando lo de “La tonta Tomasa”.
http://www.youtube.com/watch?v=B9AUBb4WDb0
A Luisita Esteso (con el paso de los años fue Luisa) el humor le venía impuesto por los genes familiares ya que sus padres, Luis Esteso y Polonia Herrero “La Cibeles”, ejercían la comicidad en el género de variedades donde gozaban de un considerable prestigio. Luisita, que también se asomó al teatro como actriz, heredó el sentido del humor (un humor simple acorde con su época) y lo demostró durante un buen número de años desde los textos humorísticos o desde la canción con aires de cuplé.
http://www.youtube.com/watch?v=St86mWmun8g&feature=relmfu
Utilizando el cuplé como pretexto, pero unido al monólogo humorístico, ejerció la que, seguramente, ha sido la principal de nuestras artistas en el género de humor: Mary Santpere, que de no ser por la casi imposibilidad de las fechas, este año hubiera cumplido 100 años. Como en el caso de la Esteso, también ella nació en el ambiente teatral puesto que su padre, Josep Santpere era un destacado actor, cantante, director y empresario de teatro, y su madre la actriz Rosa Hernáez. Por tanto no tuvo demasiados problemas para incorporarse a la profesión, a no ser que fuera un inconveniente destacar en altura física sobre la mayoría de sus compañeros.
Intervino en más de 30 películas como “Botón de ancla”, “La viudita naviera”, “Once pares de botas”, “El pícaro”, “La ciudad quemada” o “Las aventuras de Zipi y Zape” convirtiendo en alegre todo lo que la rodeaba, como era su propósito.
http://www.youtube.com/watch?v=1J9vdpIcy3U&feature=related
De su sentido del humor tuvo la primera experiencia en el momento de nacer que no fue, como le ocurre a todo el mundo en un sanatorio o en su casa. Mary Santpere tuvo la ocurrencia de venir al mundo en un tren durante un viaje de su madre. Le faltó un punto de originalidad haciéndolo cuando su madre no se hubiera encontrado presente, como Gila decía que fue su nacimiento, teniendo que acudir a la portera de su casa a decirle “He nacido y no está mi madre en casa”. La Santpere no llegó a tanto, aunque seguro que lo pensó y no lo hizo público para no estropearle la ocurrencia a Gila. Recuerdo haberla escuchado decir en alguna entrevista que se escondía bajo la cama y cuando su marido llegaba a casa pensaba que no estaba. Humor con toques de gamberrismo inocente. Como este caso otros muchos entre sus compañeros de trabajo. La gamberrada, dicho sea con cariño a la expresión, era su forma de actuar: desinhibida, sin complejos, impulsiva. Así la vimos actuar en multitud de ocasiones en las pantallas de nuestro televisor.
http://www.youtube.com/watch?v=WnXcenlVVrQ&feature=related
“Nena”, “El relicario”, “Sola en la vida”… el repertorio cupletístico lo incorporó a su propio repertorio dándole un toque personal y humorístico, con un histrionismo calculado. Pero no todo fueron cuplés ya que otro tipo de canciones, de más actualidad y de estilo diferente, las puso en su voz. Es el caso de “Mare nostrum”, que no sé si se llama así o “Ola, ola, ola” y que popularizó Marisol aunque Mary la defendió en el Festival del Mediterráneo consiguiendo un destacado lugar en el resultado final.
http://www.youtube.com/watch?v=ZmUIuWB_Cjo&feature=related
También se ocupó de temas populares catalanes a los que tanto partido han sacado La Trinca, Guillermina Motta o Nuria Feliu
http://www.youtube.com/watch?v=Pi6GWymEePg
No tuvo inconveniente alguno en acercarse a ritmos que hoy serñian tachados de centralistas como es el del chotis tan representativo de Madrid. Hoy en día es posible que no estuviera bien visto y hubiera sido víctima del desprecio por parte de muchos de sus paisanos y gran parte de las autoridades autonómicas que la vetarían en cualquier acto subvencionado oficialmente sustituyéndola por algún grupo infantil que cantara a la Ciudad Condal en desagravio..
http://www.youtube.com/watch?v=6Mv41aCevMw&feature=related
Por la misma razón de universalidad también rindió homenaje con su voz al tema que llevó por todo el mundo el nombre de la capital francesa desde el emblemático Folies Bergere y que no compuso ningún francés, sino el español José Padilla.
http://www.youtube.com/watch?v=Am7IyJvfDNs&feature=related
Aunque todo parezca alegre en el entorno de Mary Santpere, una alegría que ella ayudó a crear con su temperamento, su vida no estuvo, precisamente cargada de alegrías, sobre todo en sus últimos años. En un crucero perdió a su marido quien, según se publicó en su momento, afectado por una depresión optó por el suicidio en alta mar arrojándose desde el barco en que viajaba la pareja a las aguas, donde falleció ahogado. Fue un duro golpe para la cómica que la mantuvo algún tiempo alejada de los escenarios, aunque volvió a ellos una vez superado el trauma. Lo hizo con su estilo de siempre, con sus gags humorísticos y con las canciones y cuplés a los que siempre imprimió su natural desenfado.
http://www.youtube.com/watch?v=apV5pJ6Z5Eo&feature=related
No terminaría la cosa con este suceso familiar. Ella misma, como copiando los detalles de su nacimiento en un tren en el que inició su vida, dejó ésta durante un viaje en avión entre Barcelona y Madrid a donde se trasladaba para participar en una serie televisiva. En su asiento no dormía, como pensaba el resto del pasaje sino que había perdido la vida. Como pretendiendo hacer una ocurrencia de las suyas. Sucedió hace poco más de 20 años sin que apenas haya quedado representación del humor español por parte femenina.