Ochenta años ha cumplido Donald, desde que Walt Disney lo concibiera como complemento del ratón Mickey, y lo ha hecho sin envejecer ni precisar de retoques. Con él y en igualdad de facultades para seguir acopiando admiradores, su novia Daisy, sus sobrinos Jorgito, Juanito y Jaimito y el potentado Tío Gilito.
Existe la idea preconcebida y antigua de que los 80 años son una meta casi inalcanzable para vivirlos; menos aún en plenas condiciones físicas y mentales. El tiempo demuestra día a día que se trata de una idea superada. En nuestro entorno sabemos de infinidad de personas que alcanzan gozosamente esa edad y los artistas,los personajes públicos en general, expuestos a la observación, apreciamos cómo ejercen sus respectivas profesiones sin que sus capacidades ni sus aptitudes decaigan. No digo ya actrices y actores para los que siempre puede existir un papel relacionado con su aspecto físico, sino cantantes que con la edad citada, continúan subiendo a los escenarios para ganarse la vida y recibir el aplauso de sus admiradores.
Lo mismo que con los seres humanos ocurre con los personajes de ficción. El ingenioso hidalgo manchego, Juan Tenorio, el alcalde de Zalamea y tantos, surgidos de la imaginación de sus progenitores literarios, que han superado con creces la denominación de octogenarios para convertirse en centenarios sin que el conocimiento sobre ellos haya disminuido un ápice. Están tan vivos como cuando fueron dados a conocer.
Haya ocasiones en que estos personajes se presentan al margen del aspecto humano como ocurre con los que han sido concebidos para el disfrute infantil y cuya personalidad se ha impuesto, además, entre los adultos. Por ejemplo, y para no andar con divagaciones ni repaso de una interminable lista de nombres, la Cenicienta, Blancanieves, Hansel, Greetel, el ratón Mickey o el pato Donald que esta misma semana ha cumplido la edad mágica de 80 años sin que su cabeza haya perdido pelo, ni siquiera le haya blanqueado, o que en su figura asomen signos de decrepitud.
Donald se mantiene prácticamente intacto ya que, en los 80 años transcurridos desde su nacimiento, apenas ha sufrido un ligero retoque –un ligero lifting allá por el 37– con respecto a su aspecto físico primitivo. Por lo demás, no ha sido necesario añadirle un tono de mal genio, propio de la edad, dado que ya nació con él. Un mal humor manifestado desde una expresión difícil de entender, ininteligible incluso que, no obstante, ha gozado de gran aceptación e incluso de un buen número de imitadores de su voz nasal.
Siempre con su traje de marinero, se ha situado como uno de los personajes clave en la formación de la gran familia Disney que lo concibió, un poco como contrapunto al feliz y conformista Mickey Mouse.
No se presentó como protagonista ya que es una posición que tuvo que ganarse, sobre todo para enfrentarse a la popularidad de su oponente Mickey del que acabó siendo gran amigo. Actualmente, es el pato más famoso del mundo, como en la especie de los roedores lo es el citado ratón. En 1934, el 9 de junio de hace 80 años, se produjo su aparición como personaje secundario en el cortometraje “La gallinita sabia” y desde entonces no ha parado de trabajar. Ni las varias crisis ocurridas desde entonces le han llevado a incorporar las listas del paro.
Tres años después de aquella fecha, ahora octogenaria, asumió su primer papel como protagonista en el corto “Don Donald” siendo reconocido por toda la opinión pública y sus colegas de profesión que, en 1943, le honraron con la concesión de un Óscar por su trabajo en “Der Fuehre’s Face”, un film ambientado en la Segunda Guerra Mundial, así como una estrella en el Paseo de la Fama, de Hollywood.
Junto a él han alcanzado popularidad y fama su novia Daisy, sus tres sobrinos Jaimito, Jorgito y Juanito y el imprescindible y millonario Tío Gilito.
Solo, junto a ellos o con la compañía de algunos de ellos, ha intervenido en más de 200 títulos cinematográficos, una cifra algo superior a la alcanzada por Mickey. Uno y otro se reparten el favor de la popularidad a partes iguales ya que mientras que mientras el ratón es preferido en los Estados Unidos, Donald lo es a nivel internacional. La demostración de esta popularidad queda reflejada en los 80 millones de ejemplares vendidos el año pasado de las publicaciones en que aparece que se editan en todo el mundo.
De la infinidad de títulos a los que el público hemos accedido a lo largo de estos últimos 80 años, algunos, de larga duración han sido producidos mezclando el dibujo animado con la participación de actores. El más popular, sin duda, “Los tres caballeros” en cuyo reparto figuraban su amigo José Carioca y Carmen Miranda.
http://www.youtube.com/watch?v=hRz-M30PcEU
No es caso de referirse a los buenos momentos que Donald nos ha hecho pasar, sino a los que nos hace y nos seguirá haciendo pasar ya que su enorme popularidad obliga a los programadores de las diferentes cadenas televisivas a tener siempre presentes sus títulos para incluirlos en la programación y con ello alegrar la mirada de toda la familia, desde el abuelo al nieto más pequeño.