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Cabecera Me Viene A La Memoria

¡A LOS TOROS!

No sé si este blog tendrá lectores en Australia, o en Suecia, o en Sudáfrica, o en… pero los tiene en España y en Hispanoamérica, dos puntos de la tierra donde se dan costumbres y aficiones muy similares. Una de ellas son los toros. Los profesionales del ruedo, cuando termina la temporada española, allá por el mes de octubre, se trasladan a expresar su arte en Méjico, Colombia, Venezuela, Perú… donde, a su vez, surgen otros profesionales que alternan el toreo en su país y en el nuestro. Naturalmente, no todos los del otro lado del ‘charco’ como los de esta orilla son aficionados al arte de Cúchares, pero no desconocen el tema como podría ocurrir, por ejemplo, con el flolklore de Indonesia.
 
De toda esa afición es conocida la Feria de San Isidro que se celebra en Madrid en este mes de mayo, como el más importante de los festejos que se organizan con motivo de la festividad de su santo patrón. Digo que el más importante de todos, no porque sea el que más me interese, que lo es. sino porque es el que más público y seguramente mayor cantidad de dinero mueve. No obstante, a quienes no gusten de la tauromaquia, tienen una amplia oferta de ocio para disfrutar de estos días festivos en Madrid. Conciertos de toda clase de música, bailes, actuaciones de todo tipo y un largo etcétera, porque Madrid sabe divertirse y disfruta viendo divertirse a los que llegan. Hoy nos vamos ¡a los toros! Una expresión que se manifiesta alegre cuando se dirige uno a la plaza y que suele tornarse en lamento cuando se regresa. Pero la afición insiste, insistimos, porque nunca se sabe cuando puede surgir la gran faena.
 
Si alguien no puede disfrutar de esta nueva edición es una de las personas más interesadas por el mundo del toro y uno de sus mayores conocedores para el que, aunque sólo sea con unas líneas, quiero expresar mi reconocimiento personal y mi admiración profesional, ya que ejerció la crítica y la información taurina como muy pocos lo han hecho, tanto en prensa, como en radio y televisión. Rafael Campos de España, nos dejó a punto de empezar la Feria de San Isidro de este año. Contaba 87 años de edad. Aunque no trabajé nunca a sus órdenes, sí coincidimos un tiempo considerable en el campo de la información taurina y sus consejos y forma de hacer siempre supusieron una lección magistral para los que empezábamos. José Luis Carabias, su alumno más aventajado y sucesor en los micrófonos de Radio nacional, es la demostración en cuanto a juicio, conocimiento y elegancia a la hora de informar. En más de un callejón hemos alternado juntos, micrófono en mano, a escasa distancia de unos cuernos, pero con barreras entre medias. Hasta ahí podíamos llegar. Este año, a pesar de los éxitos que se produzcan, del colorido, de los pasodobles y de todo el ambiente, la Feria lucirá, invisible, un crespón negro por Rafael. Será por lo que, a modo de lamento, el primer día de su celebración ha aparecido con lluvia, algo que, por otra parte, es normal durante los días de Feria.
 
Una Feria que ha ido evolucionando con el paso del tiempo desde su creación en 1947 gracias a la intuición taurino/comercial de Livinio Stuyck que, empresario de la plaza por entonces, agrupó las corridas que se organizaban mediante abono alterno para convertirlas en la Feria de Madrid que es como en principio se denominó. Eran sólo cinco corridas, hoy se acercan a la treintena. Y si fueran más, más tardes se llenaría la plaza. En aquella primera tarde de Feria -15 de mayo de 1947- alternaron Rafael Ortega “Gallito” que vio devuelto uno de sus toros al corral tras sonar los tres avisos preceptivos, Manuel Álvarez “Andaluz” y Antonio Bienvenida que resultaría cogido de gravedad. No hubo trofeos, pero uno de los tres, “Andaluz”, cortaría la primera oreja de la Feria una temporada después. Ahora hace cincuenta años.


Aunque en el mundo son muchas las Ferias taurinas, la de San Isido y la de Abril, en Sevilla, son las más importantes, aunque la primera supera en número de festejos. Por otra parte, el coso que la alberga, la Monumental de Las Ventas, es la que proporciona el doctorado a los matadores que, independientemente de donde hayan tomado la alternativa, su confirmación es en Madrid.
 
Quienes tienen la suerte de ser contratados, en Las Ventas es donde manifiestan al máximo todo su saber, donde hacen gala de todo su valor, donde exponen su arte con mayor entrega, donde muchos, por exponer en demasía para mantener su prestigio o superarlo, son víctimas de la cornada.  Los profesionales siempre están expuesto a lo peor y a ello se exponen en cualquier ruedo, pero es aquí donde la responsabilidad y la “vergüenza torera” ante la afición se manifiesta en un grado mayor. Lo dicho: los de fuera de Madrid y los de dentro, en esta Feria de San Isidro tenemos una cita en La Monumental. Allí nos vemos.

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