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En los primeros días de cada año ocurre que la gran mayoría de nosotros nos dedicamos a acumular calendarios en un intento como de querer sujetar al tiempo, detenerlo entre las cuatro paredes de nuestras casas para poderlo controlar. Tenemos el del banco X, por las fotografías con que está confeccionado y para las que consideramos la horterada de que un día pueden ser enmarcadas. Por eso lo guardamos. La lámina enorme, pero con los números muy pequeños que no resulta nada práctico porque no se ve a más de medio metro. Lo dejamos en cualquier parte hasta que se arruga y lo tiramos. Y así con muchos modelos de calendarios en los que sus creadores derrocharon todo su ingenio creativo que no supimos apreciar. Al final colgamos el que nos regaló el carnicero que es una foto bucólica y un faldón donde se ve la fecha, el santo del día, las fases de la luna y los festivos. Suficiente. Además se puede ir tachando porque el bolígrafo no resbala como en los de papel satinado.

Yo recuerdo, de pequeño, siempre los mismos calendarios: el del cazador en el que destacan las cananas, el del ciervo defendiéndose de las dentelladas de los perros, el de la chiquita piconera de Romero de Torres, algunos bodegones rebuscadísimos y poco más. Y recuerdo otro modelo que es el normal de taco aunque sin taladrar, colocado en la pared sobre algún soporte. Cada día se arrancaba un hoja y por detrás venía, como en fascículos diarios, un fragmento de alguna obra literaria. Todavía conservo, aunque no sé donde las tengo, La ilustre fregona´, ´Rinconete y Cortadillo´ y alguna más, cosidas con bramante muy fino y con mucha paciencia por mi abuelo para luego regalarme la obra completa dada mi afición a la lectura.

Hoy, sin embargo, me voy a referir a otro calendario donde se relacionan o se enfrentan el ayer con el hoy. Me refiero al de Pirelli, de este año, en el que han participado Sofía Loren y Penélope Cruz. Dos ´glamurosas´. La italiana, con sus 72 años, con todo su estilazo intacto, con sus decenas de películas, su oscar a la mejor actriz y sobre todo el reconocimiento del público a su trabajo de más de cincuenta años (en ´Quo vadis´ -1951- aparecía como figurante) y la admiración de mujeres y hombres por igual a su persona y su personalidad. Por su parte, Penélope pues… que… bueno…el caso es que…chilla mucho, eso sí…esto…no sé…puede…

No tengo más espacio. Me quedo con un ayer que produce envidia en el hoy. Con Sofía Loren. Vosotras y vosotros, blogers amigos ¿a cuál de las dos preferís? Espero vuestros comentarios y los iré contestando.

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