El programa de televisión Operación Triunfo ha llegado a su fin por esta temporada.
El programa se presentó como una oportunidad para cantantes nuevos, una plataforma de lanzamiento al mundo del espectáculo, a la fama, la popularidad y el dinero. Del éxito, en definitiva. Y allá que se lanzaron miles de aspirantes intentando hacer realidad sus sueños de gloria.
En la selección ya quedaron truncadas las aspiraciones de la gran mayoría. Los que se han mantenido en el proceso eliminatorio están todos convencidos de sus cualidades artísticas y de sus facultades vocales, sin alcanzar a comprender que ésas son dotes que muy pocos poseen, porque son de nacimiento. La profesionalidad artística sí se adquiere, pero el talento es de origen y además hay que cultivarlo. Ensayar, ampliar conocimientos, investigar, desarrollarse como persona para poder desarrollarse como artista. Los grandes no están ahí por casualidad..
Me refería a Operación Triunfo como concurso, para mirar hacia atrás desde esta perspectiva. Concursos para artistas noveles ha habido siempre. Y los ha habido desde el medio más popular en los años 40 y 50: la radio.
Toda emisora contaba con su programa en el que los rapsodas recitaban, las bailarinas taconeaban y las canzonetistas emulaban a las artistas del momento. A saber, las preferencias se repartían entre Concha Piquer, Juanita Reina y Marifé de Triana. Los hombres se inclinaban por las rancheras de Pedro Infante y Jorge Negrete y en ocasiones por alguna romanza de zarzuela. El zapateado de Sarasate era pieza obligada para ser interpretada con los pies y los crótalos, y el Romance de La Chata, de Rafael Duyos, no hubo aficionado al recitado que no lo incluyera en su repertorio llegando al éxtasis con lo de ‘un chavea, un raterillo, con la colilla apagada, sube por Arrieta arriba gritando: he visto a la Chata’.
Bueno, os decía, amigos blogers, que programas de este corte los había en todas las emisoras. Y me acuerdo, entre otros de ‘Ruede la bola’, que presentaba Ángel de Echenique en Radio Intercontinental. O de ‘Salto a la fama’. Pero había uno que era el más popular porque en él cabían todos. Era ‘Conozca a sus vecinos’. Sin pruebas de audición, sin saber nada del concursante. A ciegas. Sencillo como la gente que participaba en él: modistillas, dependientas, empleadas del servicio doméstico y amas de casa con pretensiones canoras. La cosa rozaba el esperpento en cuanto a su desarrollo. Tomen nota los que lo desconozcan y hagan memoria quienes lo escucharon.
El artista en ciernes cantaba desde su casa por teléfono (desde su casa o desde algún local comercial donde se lo permitieran ya que no abundaban los teléfonos particulares), mientras que desde la emisora un pianista hacía el acompañamiento sin ponerse demasiado de acuerdo en la mayoría de los casos. Cada día había un vencedor y el sábado se reunía a los cinco triunfadores de la semana en el estudio de Radio Madrid donde se enfrentaban desde sus propios estilos, impulsados por los elogios de Ferman, el presentador. Al triunfador se le premiaba con cien pesetas y un lote de productos Cola Cao.
Hoy, con el despliegue de técnica empleado en Operación Triunfo, la orquesta, el ballet, las luces, el vestuario, el apoyo mediático, etc., algún aspirante a la fama se mantiene y los más han desaparecido para siempre del mundo del espectáculo o están a punto de hacerlo. Únicamente David Bisbal puede decirse que haya triunfado plenamente. Uno entre miles de aspirantes a la fama. En ‘Conozca a sus vecinos’ hubo un nombre cuya propietaria soñó con el estrellato y lo consiguió: era María de los Ángeles de las Heras Ortiz, más tarde conocida y reconocida artísticamente a nivel internacional como Rocío Dúrcal. También sería finalista en otro concurso similar en TVE: ‘Primer aplauso’ y después los éxitos en todo el mundo. En marzo hará un año que nos dejó para cumplir con un contrato que tenía pendiente en otros escenarios, pero nos dejó sus discos y sus películas para que pudiéramos recordarla. De la misma manera que hemos recordado que fue en ‘Conozca a sus vecinos’ donde comenzó a demostrar sus cualidades.
A Rocío seguro que todos la recordáis pero ¿os acordáis de ‘Conozca a sus vecinos?. Espero vuestro comentarios.
